La multinacional farmacéutica GSK ha invertido más de 4 millones de euros en la instalación de 6.000 placas solares en la planta que tiene en Aranda de Duero (Burgos). El huerto solar, ubicado en 37.000 metros cuadrados, permite generar más de 5 700 mwh al año en energía renovable, lo que supone un 30% del consumo energético actual de la planta y una reducción de casi 1.500 toneladas de CO2.
Estas reducciones se suman a los ahorros de las oficinas centrales de Tres Cantos (Madrid) donde el 100% de la electricidad que se consume proviene de fuentes de energía renovables.
Estrategia de sostenibilidad medioambiental
“Nuestro proyecto de instalación de paneles solares en la planta de GSK Aranda es una excelente muestra del progreso que estamos consiguiendo en nuestra estrategia de sostenibilidad medioambiental“, afirmó la compañía, que arrancó las obras del huerto solar en el segundo trimestre de 2023.
GSK quiere “impactar positivamente” en la salud de más de 2.500 millones de personas para finales del año 2030, para lo que pone “un especial enfoque en criterios ambientales, sociales y de gobernanza”.
Impacto positivo en la naturaleza
En noviembre de 2020, la compañía anunció los objetivos de sostenibilidad ambiental con la meta de tener un impacto neto 0 en el clima y un impacto neto positivo en la naturaleza con metas establecidas para 2030 y 2045. Así, la estrategia de sostenibilidad de la compañía busca minimizar su impacto ambiental a través de iniciativas como la reducción.
Castilla y León Económica / Europa Press