“¿Cómo que gestionar la postcrisis si todavía estoy enfangado en la actual recesión?”, se preguntará más de un internauta cuya empresa pase por dificultades para continuar su actividad, o algún autónomo acosado por la morosidad y la falta de financiación que esté tentado de arrojar la toalla, o algún parado que no ve la forma de introducirse en el mercado laboral. Pues sí, señores, la crisis ya ha terminado, lo dijo Rodrigo Rato, presidente ejecutivo de Bankia, el pasado lunes en la Cámara de Comercio de Valladolid; y, la verdad, tiene razón, al menos estadísticamente. “La crisis mundial ha desaparecido. El problema no es salir, sino cómo salir: creciendo por encima del 5% o sólo con el 0,5% en los próximos años”. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional pronunció esas palabras en el mismo día en que en su antigua casa adelantaban las previsiones de crecimiento para la economía mundial. Según el citado organismo, EE UU crecerá un 2,8% en 2011 y un 2,9% en 2012; China, un 9,6% en 2011 y un 9,5% en 2012; Alemania, un 2,5% en 2011 y un 2,1% en 2012; Brasil, un 4,5% en 2011 y un 4,1% en 2012; la Zona Euro, un 1,6% en 2011 y un 1,8% en 2012; y España, un 0,8% en 2011 y un 1,6% en 2012. Con estos alzas, efectivamente ya no podemos hablar de crisis, otra cuestión es analizar la evolución de cada economía nacional, y como pueden observar, España se sitúa en el furgón de cola pues sólo superaremos a los 3 países europeos intervenidos (Irlanda, Grecia y Portugal).
Para Rato, la principal amenaza de España en la actualidad es “la pérdida de potencial de crecimiento. Ahora, según la UE, será inferior al 1% en 2011, cuando antes de la crisis era superior al 2,5%. Lo que tenemos por delante depende sólo de nosotros”. Sus ex colegas del FMI también advirtieron en el mismo día, aunque a miles de kilómetros de Valladolid, que el crecimiento de las economías desarrolladas está aún “muy por debajo de su potencial, debido a los excesos previos a la crisis y sus secuelas”. Ése es ahora el reto: gestionar el potencial de crecimiento, no salir de la crisis porque la economía mundial ya está en expansión. Quien no lo haga, corre el riesgo de repetir el caso de Japón, cuya economía permaneció estancada durante más de una década. “Si no nos gusta la realidad, habrá que hacer algo para cambiarla”, aconseja el presidente ejecutivo de Bankia, para que nadie se relaje y crea que las reformas emprendidas son suficientes para dinamizar nuestra economía, e insiste: “la discusión no es cuándo acaba la crisis, sino qué hacemos después”.
Algunos todavía tienen el foco de atención en cómo superar la crisis, pero Rato va más allá, porque sabe que de la crisis saldremos, pero si lo hacemos con crecimientos inferiores al 2% nos mantendremos como un país poco atractivo para la inversión extranjera, con altas tasas de paro, un consumo doméstico apático y unos ingresos públicos mermados por la renqueante actividad empresarial. ¿Es ése el futuro que queremos?
Materia gris necesaria
Post Scriptum. Rato: licenciado en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, máster en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley (California) y doctor en Economía Política por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense. Miro al otro lado, Joaquín Almunia: estudió Derecho y Ciencias Económicas en la Universidad Comercial de Deusto, completó su formación con un postgrado en la Escuela Práctica de Estudios Superiores en París y realizó el programa de Senior Managers in Government en la Escuela de Gobierno Kennedy en la Universidad Harvard (EE UU). He tenido el placer de asistir a conferencias sobre temas económicos de estos 2 políticos que en su día fueron ministros -el primero con Aznar y el segundo con González- y resultaron muy brillantes tanto por su contenido como por su oratoria. Y ahora me pregunto: ¿por qué los políticos mejor formados de nuestro país -hay más casos como los 2 citados-, que han ocupado u ocupan puestos de responsabilidad en organismos internacionales, están apartados de la primera línea de la política española en un período histórico en el que necesitamos esta materia gris?