Gestamp presentó este martes sus resultados del segundo trimestre de 2022. Francisco J. Riberas, presidente ejecutivo de Gestamp, señaló que los resultados de la compañía en el segundo trimestre son “sólidos a pesar de un entorno de mercado complicado marcado por interrupciones en la cadena de suministro, crisis de microchips y COVID 19. Nos enfrentamos a un segundo semestre difícil, caracterizado por una incertidumbre similar, además de las posibles restricciones de suministro de gas en Europa y un escenario de mayor inflación. Esperamos superar este contexto con el mismo compromiso y apoyo de nuestros empleados. Sin embargo, la transición al vehículo eléctrico no se detiene, por lo que seguimos comprometidos con nuestros clientes en sus esfuerzos a través de la eficiencia, la disciplina financiera y enfocándonos en cumplir los objetivos establecidos”.
Gestamp registró un beneficio neto en el primer semestre del año de 117 millones de euros. Los ingresos aumentaron un 19,5% en términos reportados (18,5% a tipos de cambio constante) durante el primer semestre del año alcanzando los 4.871 millones de euros. El ebitda alcanzó los 554 millones de euros en el mismo periodo, lo que supone un incremento del 11,2% respecto a los primeros 6 meses de 2021. En términos de rentabilidad, el margen ebitda se situó en el 11,4% en el primer semestre de 2022, frente al 12,2% en el mismo periodo de 2021.
Inversiones de 376 millones
Las inversiones se sitúan en niveles del 7,7% de los ingresos del semestre, o 376 millones en términos absolutos, mientras que la deuda neta se sitúa en 2.300 millones de euros al cierre del periodo (frente a los 2.480 millones del primer semestre del año anterior).
Una vez más, los resultados reflejan el “posicionamiento diferencial que Gestamp ha construido a lo largo de los años, así como las medidas de eficiencia y flexibilidad implementadas desde 2020 que han sido claves para consolidar la trayectoria de la compañía”.
Esto se tradujo en niveles de crecimiento por encima del mercado de producción de vehículos, así como una rentabilidad por encima de los niveles previos a la pandemia, excluyendo el efecto de las materias primas. En concreto, durante la primera mitad del año, Gestamp superó al mercado mundial de producción, a pesar de los menores volúmenes de mercado derivados de las disrupciones en las cadenas de suministro, la crisis de los microchips y el COVID 19.
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