El acto de presentación de la Fundación Escuela Internacional de Cocina reunió este martes a más de 150 representantes del tejido empresarial, administraciones públicas, medios de comunicación, patronos y colaboradores. El proyecto, que pretende ser motor de cambio y un catalizador de innovación, trabaja para convertir a la Escuela Internacional de Cocina en el centro de referencia en vino y gastronomía del sur de Europa y Latinoamérica.
Víctor Caramanzana, presidente de la Cámara de Valladolid, señaló: “la Fundación es una apuesta clara por la formación en excelencia como vía para crear y fidelizar el talento en nuestra región para el sector enológico y gastronómico. Nuestra matriz formativa abarca desde cursos de especialización hasta postgrados, pasando por certificados internacionales y cursos con reconocimiento universitarios”.
Espacio de vanguardia
Durante su intervención Caramanzana explicó: “a través de la Fundación, la Escuela Internacional de Cocina se transformará en un espacio que conjuga la tradición y la cultura con la vanguardia, un espacio en el que respeto por el legado de nuestro patrimonio y la pasión por la innovación caminan de la mano”.
La Fundación es una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la formación, innovación, investigación, divulgación y promoción de las ciencias enológicas y gastronómicas. Desde ella, se trabajará para impulsar la profesionalización del hostelero y hotelero, reconociendo la importancia integral de cada rol, desde la sala hasta la gestión, para promover estándares de excelencia. Además, se favorecerán las redes cooperativas entre expertos, profesionales y técnicos prestigiosos para promover el intercambio de conocimientos y experiencias para beneficio mutuo y para el avance de la industria, patrimonio y riqueza gastronómica de Valladolid.
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