La Fundación Caja de Burgos aborda los retos de la industria en la capital burgalesa

Presenta un informe que recoge las principales magnitudes de las empresas de la ciudad y sus municipios, así como el impacto socioeconómico y territorial que tienen en el área urbana
Fundación Caja de Burgos.
De izquierda a derecha, Gonzalo Andrés, profesor de la Universidad de Burgos; y Rafael Burgos, director general de Fundación Caja de Burgos.

La Fundación Caja de Burgos presentó este martes el informe La industria en el área urbana de Burgos. Análisis socioeconómico y territorial con el objetivo de poner a disposición de la ciudad una herramienta para entender la realidad económica, anticipar el futuro y diseñar estrategias que procuren un desarrollo de Burgos más sólido y sostenible.

La publicación, coordinada por el profesor de la Universidad de Burgos Gonzalo Andrés, repasa las principales cifras referidas a las actividades productivas en la ciudad de Burgos y los municipios de su entorno industrial. Además, recoge los datos más relevantes referidos a las empresas, al empleo y al suelo industrial, y profundiza en el estudio del impacto socioeconómico y territorial que la industria tiene en el área urbana.

Las cifras y estadísticas manejadas en esta investigación resumen la sólida posición de la industria del área urbana de Burgos en el contexto de la red urbana española. La provincia, con más de 35.000 empleos industriales, se ha consolidado como la más industrializada en Castilla y León (aglutina el 23% del empleo industrial total de la región); concentra 1 de cada 4 grandes empresas presentes en la comunidad autónoma y genera el 25% de las exportaciones industriales. Además, es la tercera provincia española en aportación a la industria al Valor Añadido Bruto (30,96%).

Primera ciudad industrial de Castilla y León

Actualmente operan en el área urbana industrial de Burgos un total de 572 empresas, con cerca de 21.000 trabajadores, y el suelo industrial alcanza una superficie superior a las 2.400 hectáreas, configurándose un área urbana con una fuerte especialización productiva. Esto supone el doble que la media nacional en porcentaje de población activa industrial, suelo industrial por habitante o suelo industrial respecto al conjunto urbanizado. Los indicadores de nivel de renta y cualificación son entre un 20% y un 30% más altos que los de la media del resto de áreas urbanas españolas.
 
Si demográficamente Burgos se posiciona en el puesto 36 en el sistema urbano nacional, las cifras industriales la sitúan como el décimo centro productivo del país en suelo urbanizado y el decimocuarto en empleo industrial. Relativizando estos valores, el impacto proporcional de la actividad secundaria en el área urbana es muy alto. Con 121 metros cuadrados de suelo industrial por habitante es la segunda ciudad española en esta ratio; la segunda también en empleo industrial por cada 1.000 habitantes (106), y en proporción de suelo industrial sobre el total urbanizado (44,17%), y la quinta en porcentaje de población activa industrial (20,90%). En todos estos indicadores se posiciona como la primera ciudad industrial de Castilla y León.
 
Tal peso de la función industrial se traduce en un alto nivel de cualificación y una elevada renta media. Burgos está posicionada como la novena ciudad española en Renta Media por Unidad de Consumo (22.500 euros) y la undécima en población con estudios superiores (29%); destacando como la segunda ciudad del país tanto en bajo nivel de desempleo (8%), así como en cuanto a la limitada presencia de población de renta baja (9,8%) y una significativa presencia de población de renta alta (28,26%). Igualmente, en todos estos aspectos se consolida como la primera ciudad de Castilla y León.

10 retos para Burgos

Sin embargo, el informe detecta también notables conflictos y deficiencias en algunos de los aspectos clave y propone 10 retos para la mejora del sistema industrial local:

Uno de ellos tiene que ver con la desintegración de las pequeñas empresas industriales y la dependencia socioeconómica de las grandes empresas tractoras. En los últimos quince años la desaparición de pequeñas empresas industriales es una tendencia crónica. En concreto, el informe remarca la pérdida de más del 20% del parque empresarial industrial en el área urbana de Burgos y recomienda, por tanto, medidas para retener el talento y fomentar el emprendimiento local mediante pequeñas empresas industriales que generen empleo.

El segundo reto apunta a la necesidad de incrementar la capacidad de decisión como Polo Industrial productivo. Para ello, según la investigación, es conveniente que crezca el número de empresas instaladas en el área urbana con centros de decisión en Burgos, ya que la repercusión indirecta de su actividad en el empleo y el sistema económico de la ciudad es exponencialmente más alta.

El tercero tiene que ver con la mejora tecnológica y el nivel de innovación. Cerca del 40% de las empresas trabajan con tecnologías maduras y solo 1 de cada 10 empresas está desarrollando actualmente tecnologías emergentes.

La cuarta realidad y sobre la que hay que actuar, según este estudio, es la inactividad del Parque Tecnológico de Burgos. Es imprescindible, sugiere, dotar de contenido a este recinto industrial con la atracción de empresas intensivas en tecnología que puedan alimentar el ecosistema industrial.

La insuficiente captación de nuevas inversiones industriales es otra de debilidades. El informe propone incrementar la búsqueda activa de captación de inversiones industriales nuevas, con una estrategia municipal más agresiva, intensiva y dotada con recursos humanos, materiales y económicos.

Disponibilidad de suelo industrial

El sexto hándicap se refiere a la falta de disponibilidad de suelo industrial adecuado a las necesidades de los posibles proyectos industriales que pudiera albergar el área urbana. Según esta investigación, el proyecto de Burgos como ciudad industrial debe replantearse, generar un nuevo espacio industrial más amplio, con parcelas modulables y capacidad de gestión flexible en el medio plazo.

Como séptimo freno figura el alto precio del suelo Industrial. Actualmente el precio medio de venta oscila entre los 45 y 80€/m2, situándose muy por encima de los valores medios en ciudades del entorno, con una competencia intensa en cifras que rondan los 25-50€/m2.

El decaimiento de las exportaciones es otra de las debilidades. La investigación indica que es necesario reforzar las estrategias y dinámicas activas de internacionalización para favorecer la exportación, fundamentalmente en empresas de menos de 50 trabajadores y capacidad de facturación más limitada.

Por otra parte, en relación con lo anterior, la capacidad de Burgos para consolidarse como nodo logístico está claramente comprometida. Las cifras de movimiento de mercancías en la terminal ferroviaria del puerto seco de Villafría son desalentadoras. En concreto, la actividad de movimiento de cargas en este centro de transporte se ha reducido entre un 60% y un 70% desde 2015, identificándose un desplome específicamente intenso en los últimos 3 años.

Y como décimo reto, figura la mejora de las inversiones en infraestructuras de comunicación y transporte. La desconexión de Burgos de la Red Transeuropea de Transporte -al excluir a la ciudad como nodo básico del Corredor Atlántico-, el mantenimiento del cierre del eje ferroviario directo Madrid-Burgos o la falta de actividad aeroportuaria son claros ejemplos de la falta de inversiones que sufre el área urbana en materia de infraestructuras de comunicación y transporte.

Castilla y León Económica

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