Con la finalización de la Autovía de La Meseta, la escapada santanderina se hace más apetecible, incluso fuera de la temporada veraniega, ya que la capital de la montaña ofrece hermosos paseos por sus cinco playas urbanas, atractivas boutiques para animar al consumo y variada oferta gastronómica, desde unas simples pero sabrosas rabas hasta el espléndido marisco de temporada. Una de las mejores opciones, si buscamos una ubicación céntrica y próxima al ambiente de tapeo y de copas, es el Vincci Puertochico, volcado sobre una de las bahías más bonitas de España y frente al coqueto puerto que da nombre al hotel. Con categoría de cuatro estrellas, el encanto de este establecimiento reside en sus vistas y céntrica ubicación. Por eso es aconsejable elegir el tipo de habitación para seleccionar las que den a la fachada principal de la calle Castelar y a ser posible de los pisos superiores para asegurarnos una panorámica única.
De diseño funcional y grandes ventales, las habitaciones cuentan con baños modernos y amplios, caja de seguridad, secador de pelo y televisión de plasma. Los desayunos son variados y completos, con la única excepción del zumo natural. Ofrecen embutidos ibéricos, dos tipos de tortilla de patatas, bollería, quesos, variedad de panes y fruta del tiempo. El hall del hotel lo comparte con una pequeña barra de cafetería que atiende el escaso espacio interior, junto con una botina terraza en la calle Castelar. El servicio amable y profesional. Aunque carece de parking propio, tiene un convenio con el aparcamiento público situado frente al hotel.
Castilla y León Económica