No puedo por menos que quedarme asombrado cuando ayer por la tarde, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, se queda tan ancho manifestando que su club “no incurrió en alineación indebida” el pasado miércoles, cuando uno de sus jugadores, Cheryshev, fue alineado en partido de la Copa del Rey, estando sancionado para dicha competición.
No quiero meterme en temas legales, que no conozco, pues seguramente metería la pata. E incluso puede que legalmente tenga razón (estas cosas raras de los defectos de formas). Pero sí quiero entrar un poco en aspectos psicológicos, que algo más me suenan (aunque no creáis, no demasiado), que nos ayuden a entender algunas cosas y a poder aplicarlas en nosotros mismos.
‘Locus del control’
Hay un término muy interesante en psicología que nuestro amigo Florentino nos va a ayudar a entender mejor. Es el locus de control. A nivel conceptual, el locus de control hace referencia a la percepción que tiene una persona acerca de dónde provienen las causas de los acontecimientos de su vida. A partir de ahí podemos tener locus de control interno, bajo el cual yo creo que las cosas que me van pasando han sido causadas o provocadas por mí -por mi habilidad, esfuerzo, actitud, destreza, responsabilidad-.
O podemos tener locus de control externo, por el cual las cosas que nos suceden son debidas a aspectos que se escapan de nuestro control -como la suerte, el destino, las decisiones de otros, el poder de ciertas personas sobre mí-.
El presidente del Real Madrid lleva unos meses mostrándonos claros ejemplos de locus de control externo. Hace apenas un par de semanas manifestaba que había una campaña en su contra (como ya hizo algo parecido hace algunos meses) y ayer, como ya he comentado antes, negaba una evidencia (un jugador sancionado jugó) aludiendo a que nadie les había comunicado nada (Federación y Villareal) y que la culpa es de otros.
Yo me encuentro, en mi día a día profesional, con cientos de personas que, haciendo un paralelismo, hacen lo mismo que el señor Pérez, echar la culpa al empedrado. Mi jefe es así, la situación económica es asá, si me hubieran avisado antes, en mi empresa no hay quién haga nada, es que los clientes son muy exigentes, es que el proveedor se ha retrasado, etc, etc, etc.
‘Y tú, ¿qué puedes hacer?’
Y mi pregunta siempre es la misma: “Y tú, ¿qué puedes hacer?” Porque mientras sigamos mirando para fuera (locus de control externo) no vamos a hacer nada por mejorar, porque realmente estaremos convencidos de que no tenemos influencia para cambiar las cosas. Y ya que creemos que nada podemos hacer, ¿para qué hacerlo?
Por eso siempre animo a mirar para adentro (locus de control interno), coger las riendas de lo que nos pasa, tomar consciencia de que podemos hacer mucho más de lo que creemos por cambiar nuestro alrededor, aceptar que a veces nos equivocamos sin que nadie más haya hecho por ello y mirar qué está en nuestra mano para mejorar, sea lo que sea. Porque sólo mirándonos a nosotros mismos vamos a poder ser mejores cada día.
Y es que esperando a que sean los demás los que nos avisen de nuestras propias sanciones, es posible que algún día, de nuevo, cometamos una alineación indebida.
Hola Félix, gracias por el post, siempre dándonos tarea 😉
Trabajando, bueno y en la vida en general, me gusta muy poco que las personas no asuman sus responsabilidades y echen balones fuera.
Creo que yo suelo hacerlo cuando llego tarde a una cita, siempre está justificado por algo externo a mí…
Querid@ anónim@, muy bien por tu parte el hecho de reconocer que hay una circunstancia, que se repite, en la cuál sueles poner excusas ajenas a ti. Ese es el primer paso para mejorarlo, ser consciente de ello. Siguiente paso, lo que sabes, llegar puntual ;-P
Muy Bien Félix, según leía pensaba en otros tantos ejemplos, Gracias por tu post
Gracias a ti por tu comentario, Jesús.