Cantabria y Castilla y León se caracterizan por poseer una consolidada industria agroalimentaria respaldada por las figuras de calidad que avalan el prestigio de sus productos. En el caso de la primera, la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (Odeca) es la encargada de gestionar los distintos marchamos que reconocen las bondades de la producción agroalimentaria cántabra.
Mediante las denominaciones de origen protegidas (D.O.P.) se designan alimentos cuya producción, transformación y elaboración se realizan en el lugar que les da nombre. Las características y calidad de los productos distinguidos se deben básica o exclusivamente al medio geográfico y a los factores naturales y humanos inherentes a éste. Así, Cantabria reconoce a las D.O.P. Queso Picón Bejes-Tresviso, Queso de Nata de Cantabria, Quesucos de Liébana y Miel de Liébana.
Indicaciones geográficas protegidas
Por su parte, las indicaciones geográficas protegidas (I.G.P.) designan un producto cuyo vínculo con el medio geográfico está presente en al menos una de las etapas de producción, transformación o elaboración y posee una cualidad, una reputación u otra característica atribuible a dicho origen geográfico. Cuentan con este distintivo Carne de Cantabria, Sobao Pasiego, Vino de la Tierra Costa de Cantabria y Vino de la Tierra de Liébana.
El sello Agricultura Ecológica se otorga a alimentos cuya producción combina las mejores prácticas de respeto al medio ambiente y el clima, biodiversidad, conservación de los recursos naturales y bienestar animal y que son obtenidos a partir de materias primas y procesos naturales. En Cantabria se pueden encontrar con este marchamo sobaos, sidra, setas, pan, orujo, miel, mermeladas, leche y derivados lácteos, huevos, frutos silvestres, frutas, hortalizas y pequeños frutos, carne de vacuno, equino, ovino, caprino y porcino, carne de avicultura y café.
Sello CC Calidad Controlada
Por último, los productos distinguidos con el sello CC Calidad Controlada han acreditado ante Odeca que alcanzan elevados niveles de calidad en su materia prima y elaboración y, entre ellos, se encuentran limones, huevos de gallinas camperas, semiconservas de filetes de anchoa en aceite, arándanos, tomates, queso de oveja curado, puerros, pimiento de Isla, patatas, miel, leche pasterizada, embutidos crudos curados de las especies cinegéticas, carico montañés, berza asa de cántaro y aguardiente de orujo.
En el pasado año, se lanzó el distintivo Sabor a Norte, que reemplaza a la marca Alimentos de Cantabria, para distinguir los productos agroalimentarios con una garantía de calidad diferenciada.
Más de 70 figuras y 18.000 productos
Por su parte, Castilla y León dispone de la mayor despensa de Europa en productos de calidad, al contar con más de 70 figuras de calidad diferenciada (Denominaciones de Origen -DO-, Indicación Geográfica Protegida -IGP-, Marcas y Especialidad Tradicional Garantizada -ETG-), con alrededor de 18.000 productores acogidos a todas ellas, que representan a cerca de 1.200 industrias y que generan un volumen económico superior a 1.000 millones de euros.
Para impulsar la notoriedad y el prestigio del sector agroalimentario de Castilla y León, se lanzó en 2009 la marca de garantía Tierra de Sabor, con la que también se persigue garantizar a clientes y consumidores la identificación del origen y autenticidad del producto al asegurar un alto nivel de calidad, a la vez que se defiende la labor de los productores al diferenciar sus enseñas en un mercado cada vez más complejo. En la actualidad, cerca de 900 empresas y 6.000 productos lucen el logotipo del corazón amarillo en su packaging, convirtiéndose en el sello de calidad agroalimentaria más conocido por los consumidores españoles.
Más información en el número de abril de la revista Castilla y León Económica