Unidos por la tierra da nombre al nuevo proyecto de Abadía Retuerta y Castillo de Canena. Una unión que se forjó en 2017 con el intercambio de 2 de sus bienes más preciados: sus vides y sus olivos y que se ha materializado en un exclusivo diseño de un estuche edición limitada que lo compone un excepcional vino y fragante aceite de oliva virgen extra que simbolizan el profundo respeto por un legado único, la tierra de la que proceden.
Así, representa el compromiso de ambos con el medio donde se encuentran y la búsqueda de la excelencia a través de una cultura sostenible, artesana y tradicional. En un encuentro celebrado este miércoles en el Hotel Rosewood Villa Magna, Enrique Valero, director general de Abadía Retuerta, junto con Francisco Vañó, director general de Castillo de Canena, han presentado este nuevo lanzamiento conjunto. Durante el mismo, Valero ha señalado que esta unión “pone de relieve el arraigo a nuestra tierra y el respeto y cariño por 2 culturas muy nuestras, la del vino y el aceite, y que tanto posicionan a España como un referente en la materia”.
En busca de la excelencia
Por su parte, Vañó indicó que son muchos los puntos de conexión que tiene Castillo de Canena “con nuestros amigos de Abadía Retuerta. Las 2 somos cosecheros, agricultores, compartimos el amor a la tierra y la cuidamos con devoción, esmero y mimo. Ambos buscamos la excelencia en todos los procesos, compartimos un credo corporativo muy similar basado en el respeto escrupuloso al medio ambiente, a la sostenibilidad social y a la responsabilidad con el territorio en donde nos enclavamos”.
Abadía Retuerta y Castillo de Canena materializan su unión en un estuche único, que lo compone uno de los vinos icónicos de la prestigiosa bodega de Ribera del Duero, Pago Negralada, junto a uno de los aceites de oliva virgen extra más especiales y premium de este referente olivar, Royal Temprano.
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