En la última semana he coincidido con tres empresarios de Castilla y León con delegaciones en Latinoamérica que me han hecho la misma reflexión: “es pisar la T4 de Barajas a la vuelta, y deprimirme”. Según estos emprendedores, el reto en esos países no es sujetar con fuerza los palos de tu negocio para que no salga volando por los vientos de la crisis, sino ser capaz de aprovechar las numerosas oportunidades de negocio. Y con otra ventaja, se trata de una zona en la que aún quedan océanos azules, es decir, mercados casi vírgenes en los que todavía hay poca competencia y con márgenes comerciales muy atractivos. Vamos, como nuestro país, que se ha convertido en una charca infestada de pirañas donde hay que tirar los precios a la baja para conseguir las migajas de un contrato y luego, si hay suerte, hasta tal vez puede que cobres la factura.
Los que hicieron a tiempo los deberes de la internacionalización están siendo ahora recompensados al moverse en dinámicas economías con crecimientos por encima del 4%, mientras que en España seguimos empantanados en la recesión. Nadie dice que la aventura exterior sea sencilla, ni que obtengas resultados cortoplacistas y sin riesgos (que se lo digan a Repsol), pero es la única alternativa solvente para intentar mantener el crecimiento de una empresa que tiene la desgracia de que su sede se ubica en un rincón sureño del Viejo Continente afectado por la euroesclerosis.
Asignaturas pendientes
Los mercados exteriores también son cada vez más importantes para nuestra economía por los datos de las exportaciones en 2011, que en Castilla y León crecieron casi un 18% y en España más de un 15%. De esa forma, las empresas consiguen compensar en el extranjero la deprimida demanda doméstica. Esa tabla de salvación supone varios retos. En primer lugar, hay que aumentar la competitividad de las empresas con productos más tecnológicos y de mayor valor añadido porque la guerra de los precios la tenemos perdida con Asia. Para ello, deben intensificarse las inversiones en I+D+i, aunque los últimos datos disponibles reflejan todo lo contrario al descender las partidas destinadas a la innovación. Y en segundo lugar, hay que ser más eficientes para reducir el coste de los productos porque entramos a competir contra empresas de todo el mundo, no sólo españolas.
Sobre el papel de España en este mundo globalizado, el presidente de la filial de una multinacional con presencia en Castilla y León me comentó recientemente que este nuevo escenario, donde las economías más pujantes se encuentran en Asia, Latinoamérica y algunos países del Este, obliga a las empresas españolas a redoblar sus esfuerzos ya que nos encontramos en la periferia de esos mercados y hemos dejado de ser atractivos para los inversores internacionales. A las compañías españolas no les queda más remedio que producir mejores productos y más baratos si quieren ser competitivas pues deben soportar mayores costes de transporte que otras firmas ubicadas en el epicentro de las economías más dinámicas. Otro desafío que deben abordar las filiales españolas de las multinacionales es que tienen que hacer las cosas mejor que sus hermanas extranjeras porque España, en muchos sectores, presenta un mercado agónico. Un ejecutivo foráneo puede pensar de forma coloquial: “¿por qué demonios voy a mantener una fábrica en España si allí no vendo ni un clavel?”. Y la única forma de convencerle es que su factoría hispana, pese a ubicarse en un páramo económico, es más eficiente y competitiva que otras.
Hasta que la economía española no recupere su vigor en 20xx (rellene usted las equis, que yo no me atrevo), la internacionalización y las exportaciones son las mejores opciones para mantener el crecimiento de las empresas, lo que implica redoblar los esfuerzos porque, lamentablemente, en ninguna parte de la larga costa española se vislumbra un océano azul.
Uff, menudo titular para un lunes ¡¡¡
Creo que los periodistas tienen la suerte de poder generar pensamiento, influir en la ciudadanía y generar optimismo ( los políticos hace tiempo que dejaron de convencer…).
Su revista lo hace bien, continuen ese camino.
En todo caso una propuesta: Que tal un espacio en la revista para proyectos innovadores, de gente joven, gente que empieza ahora de la nada, dispuesta a demostrar que cuando llegas a la T4 hay ciudadanos que quiren sacar a este pais de la crisis?
Un saludo y gracias
Buenos días:
Gracias por la valoración sobre el trabajo de la revista.
Respecto a su petición, Castilla y León Económica publica numerosos reportajes y noticias de proyectos innovadores liderados por jóvenes emprendedores. Siempre que tenemos conocimiento de una iniciativa de esas características, la reflejamos. Además, en los VI Premios Castilla y León Económica está incluida la candidatura Producto Más Innovador para poner en valor la innovación desarrollada por las empresas de la región.
Un abrazo.