65 años contemplan a la empresa familiar vallisoletana Elpa, gestionada en la actualidad por la segunda generación, integrada por Francisco, gerente y con 33 años en el negocio; Rosa, directora financiera; y Carmen Pascual Vaquerizo, directora de Administración, cuyos padres fundaron hace 6 décadas la firma Suyce, especializada en líneas eléctricas, transformadores y alumbrado público, si bien pronto diversificó su actividad al ámbito del montaje de instalaciones industriales. En la actualidad, como apuntan sus responsables, están en Castilla y León en la vanguardia de los alumbrados públicos y privados.
Elpa y Serviman son las 2 sociedades que integran el grupo, esta última constituida en 2007 para la ejecución de los proyectos menores, con una plantilla de casi medio centenar de trabajadores. En la actualidad, la empresa centra su actividad en el alumbrado público e industrial, asesoría energética, cuadros eléctricos y automatizaciones, instalaciones fotovoltaicas, industriales, de media y alta tensión, de protección contra incendios, telefonía y redes informáticas, mantenimiento de instalaciones y de fuentes.
Clientes privados y públicos
La empresa trabaja para 3 ámbitos: industria, constructoras y administraciones públicas. Elpa es proveedora homologada de grandes compañías como Renault, Iveco, Acor o El Corte Inglés, hasta pequeñas industrias. Además, se encarga del mantenimiento del alumbrado público de ciudades como Valladolid y otras pequeñas poblaciones; y realiza instalaciones eléctricas para urbanizaciones, aparte de exportar cuadros eléctricos a diferentes partes del mundo.
Para los responsables de la compañía, las claves del éxito para haber alcanzado esta efeméride son contar “con profesionales muy implicados con los objetivos marcados tanto por los clientes como por la propia empresa, tener un personal con valores, nuestra condición de negocio familiar, que nos permite trabajar con confianza y objetivos comunes; y primar la estabilidad y calidad de la empresa por encima de otros criterios como la facturación. Eso también ha traído consigo priorizar la calidad de nuestros trabajos sobre la cantidad de obras ejecutadas y sortear mejor la recesión económica”. Y añaden: “No tenemos ansias por crecer, ofrecemos un trabajo de calidad a nuestro clientes, con una respuesta rápida y cercana. Otro de nuestros objetivos es tener todos los riesgos controlados para trabajadores y clientes y hacer de nuestro trabajo algo agradable y disfrutar con él”.
Más información en el número de enero de la revista Castilla y León Económica