El sindicalista que quiso invertir en mi empresa

Por: Eduardo Estévez
Canada

Érase una vez en Canadá, que un emprendedor de esta tierra fue a presentar el proyecto de su empresa. Entre las rondas de entrevistas con los diversos actores de aquella zona se encontraban los típicos grupos de interés: el Gobierno de la región, los políticos locales, los proveedores, las organizaciones empresariales, los sindicatos, etc.

Todo parecía marchar sin sorpresas. Parece que los canadienses estaban muy contentos de recibir inversión extranjera y así lo mostraban con su atención y amabilidad. Hasta que llegó la ronda de los sindicatos. “¿Qué me pedirán?”, pensó nuestro amigo empresario. Pues nada de eso; después de escuchar el proyecto, aquel sindicalista canadiense le afirmó que el sindicato estaba interesado en invertir en el proyecto y que cómo había que proceder.

Pues sí, créanselo, aunque parezca mentira en algunos países la relación empresa-trabajador está bien vista y arriman todos su ascua a la misma sardina. Lo que para nosotros, los españoles, es difícil de entender, en otros sitios lo tienen como base social. De la empresa comen todos: los propietarios -con los dividendos-, los proveedores -cobrando sus servicios o productos-, los bancos -por su intermediación-, la administración -a través de los impuestos-, los trabajadores -con sus sueldos-, etc. ¿Tan difícil es de entender? Quizás si alguno no lo entiende, deberían obligarle a hacerlo.

Por cierto, el índice de afiliación a los sindicatos en Canadá es del 30%.

Despertemos, aquello sucede en Canadá. Ahora tengo que irme a trabajar para seguir contribuyendo con mis impuestos a algún sindicalista liberado que debe de estar montando en bicicleta.

19 comentarios

  1. Pues si, yo soy empresaria y los trabajadores vienen para cobrar a fin de mes. Les da igual que el trabajo salga bien o mal o a su tiempo, y no se dan cuenta que de esto depende la empresa, de que el producto llegue perfecto al cliente. Y si la empresa no va nos vamos todos a la calle. Y lo de los sindicatos es de risa, sólo aparecen cuando hay que fastidiar a algún empresario, lo trabajadores les da igual. Ah, y eso de los liberados no lo he llegado a entender. Que hagan su trabajo, y si luego quieren trabajar en el sindicato que lo hagan fuera del mismo. Así no habría tanto liberado (vago).

    1. Pues sí, yo también soy empresaria y ahora lo entiendo todo. Las personas que trabajan conmigo también cobran a fin de mes, o a principios del mes siguiente, o incluso a mediados cuando las cosas han ido mal. Pero ellos siempre han hecho bien su trabajo, se han involucrado y preocupado porque la empresa salga a flote. Y lo hemos conseguido. Mis amigos y conocidos se extrañan cuando respondo positivamente y con alegría a su, ya común pregunta: “Y a ti ¿cómo te va?”. Pienso que si respetamos y valoramos a la gente que trabaja con nosotros, la empresa crece, porque sin ellos, no seríamos empresa, seríamos autónomo.
      Es cierto que algunos sindicatos se han “columpiado” en esta crisis, pero no más que políticos, empresarios, funcionarios y obreros de a pie. No es bueno generalizar, porque sí hay políticos honestos, empresarios justos, funcionarios trabajadores y obreros comprometidos. Por favor, dejemos de demonizar al sindicalista liberado, que está realizando su trabajo, aunque este no sea hacer ruedas, pintar puertas o fabricar coches. Y si montan en bici o no, nos debería importar lo mismo que la ultima caña que usted se tomó con su mejor amigo.
      Es muy fácil echar leña al fuego en foros. España va mal, sí. ¡Ayudemos a que vaya peor! Marquemos diferencias entre clases, no permitamos la unidad y el consenso, no sea que cuando nos pregunten “Y a ti ¿cómo te va?” tengamos que responder que bien.

      1. Hola Conchi, estoy de acuerdo con su comentario.
        Esto es una cosa de todos y en todos los colectivos “cuecen habas”. Lo que digo es que si lá política de ajustes es seria, entonces tenemos que hablar de todo, aunque sea duro.
        Un abrazo
        Eduardo

    2. Gracias por el comentario. Hasta que no se apliquen los salarios a la productividad, lo tenemos difícil.
      Lo que no tienen un “pase” es el criterio de liberado sindical en nuestros días.
      PArece mentira que este tema se de la época de la transición. Todo ha cambiado menos esto.
      Eduardo

  2. Hola Eduardo:

    Eres muy valiente al hacer esa observación en público. Con la crisis y la posterior reforma laboral, se ha intentado inculcar una imagen de ‘guerracivilismo’ entre los trabajadores y los empresarios, muy alejada de la realidad. Para superar esta situación, todos están haciendo sacrificios y esfuerzos, menos algunos sindicalistas, que se han obcecado en defender privilegios que la nueva situación económica no soporta. Es curioso que algunas centrales sindicales hayan utilizado la nueva reforma laboral para aplicar ERE en su estructura.
    Son tiempos de profundos cambios donde el inmovilismo sólo conduce a la ruina, a ver si se enteran algunos sindicatos, que deberían de reorientar su labor en la actual sociedad. Tarea no les falta.

    Un abrazo y gracias por compartir tus reflexiones.

    1. Gracias por tu comentario Alberto. Lo cierto es que a estas alturas, nadie puede negociar por un empresario y sus trabajadores. El problema es que este cambio tumbaría la estructura sindical, y la patronal….quién da más? Eduardo

  3. Una vez más se confirma aquello de “Spain is different” que tantas veces hemos esgrimido como argumento para explicar nuestras incongruencias. Pero ya es hora de que empecemos a dejar de ser “differents” y empezar a ser “serious and reliables”. Sindicatos sí, pero sotenidos con las cuotas de sus afiliados y desde luego sin liberar.
    ISABEL

    1. Estimada Isabel; ojalá cambiásemos el chip asociativo….estoy de acuerdo en que cada estructura se nutra de sus afiliaciones y nada más.
      Eduardo

  4. Buenos días Eduardo.
    Estoy totalmente de acuerdo con Alberto en la valentía que demuestras exponiendo abiertamente, y de un modo muy didáctico, por cierto, lo que muchos pensamos. Pero no queda otra. Atravesamos un tiempo muy difícil en el que, desde mi punto de vista, no podemos permitirnos la más mínima complacencia. Y nosotros mismos pecaríamos de una apatía remolona y complaciente si no identificásemos la oportunidad histórica de iniciar un cambio profundo del modelo sindical en este país. Un cambio orientado, sin duda, a una representatividad mucho más real, pero también a la toma de conciencia de que las relaciones entre empresarios y trabajadores deben asentarse, como piedra angular, en el objetivo común de la sostenibilidad de la empresa.

    1. Estimado amigo:
      Totalmente de acuerdo. No debería haber más represeantatividad que la propia del empresario con sus trabajadores. Todos viven de la empresa, a ver cuándo nos damos cuenta.
      Eduardo

  5. El ejemplo, mas bien un hecho real, es lo que vengo pregonando en cada momento, en cada conversación o comentario de la vida real y el mundo laboral. Es más que curioso que ha sabiendas de que estamos siendo reconocidos como “más pobres”, queramos seguir viviendo como en los años de bonanza.
    Como se puede constatar todos “menos los implicados” estamos de acuerdo que los sindicatos deben ser sostenidos por los propios interesados, si los trabajadores quieren nombrar a un compañero para que les represente y esto implica tiempo totoal diario, pues que lo pague de su bolsillo. ¿para que están los abogados….,llamados laboralistas?. Para estar informado de los derechos y deberes tanto laborales como personales, están las bobliotecas, y hoy las “redes sociales” que tanta basura remueven.

  6. Gracias por el comentario Conchi.
    Parece ser que no hay que irse a Canadá para ver casos iguales.
    Yo puedo dar otro ejemplo, yo mismo. Soy afiliado a un sindicato de clase y además trabajador de una sociedad mercantil de la cual soy socio y administrador.
    No debería tener nada que ver una cosa con la otra.

    Todos esos comentarios sectarios de todos los sindicalistas son unos jetas, todos los políticos son unos chorizos,…es para hacérselo mirar… y no señalo a nadie.

    1. Estimado Antonio; efectivamente, siempre que se generaliza se es injusto.
      En todos los colectivos hay “garbanzos negros”; pero a veces hay que exagerar para hacer llegar el mensaje de la necesidad de cambio.
      Saludos y gracias por el comentario. Eduardo

  7. Los sindicatos son una estructura necesaria, como lo es la defensa de los trabajadores frente a posibles abusos por parte de administración o empresa. Partiendo de esta premisa justa, la estructura española se extiende adicionalmente e través d e una serie de tramas en las que intervienen ingentes cantidades de fondos públicos de manera opaca y se cubren fines paralelos de tintes políticos y sectarios. Los liberados que reciben consignas para elaborar pancartas ante los designios del que “el que paga” han de ser erradicados. Hoy los sindicatos necesarios, son aquellos financiados exclusivamente por sus afiliados. Los tiempos de pesebre ha pasado. Cuanto más tardemos en aceptar esto y cortemos la cadena que nos lastra a esta estructura, menos deuda pública seguiremos acumulando.
    Bravo Eduardo por tu espíritu crítico una vez más.

  8. He llegado a la conclusión de que buena parte de este problema español, que también describe el Sr. Estevez en su artículo, se debe a un mal uso de sus instituciones públicas.
    Recurramos a la estadística como instrumento científico para analizar la reflexión y extraer conclusiones objetivas. Parto de las nomenclatura de uno de los comentaristas anteriores.
    Entendamos como Jetas aquellas personas que abusan de una situación favorable con perjuicio a terceros ( sinónimo en este caso de parásitos)
    Y entendamos como Chorizos a aquellos que sustraen patrimonio ajeno para su propio beneficio ( sinónimo tambien en este caso de parásitos)
    Englobemos por tanto a ambos bajo el término parásitos con fines estadísticos.
    El hecho de que España sea el pais de Europa con mayor número de billetes de 500 € en circulación, es un dato objetivo estadístico.
    Dada la situación de desinversión y recesión hay que pensar que algo no cuadra.
    Su Administración pública, a traves de algunos de sus agentes ( notarios) han contribuido a esta doble economía que beneficia a algunos para perjuicio d elos demás. Por tanto podemos decir que se ha potenciado en España el parasitismo de manera notable ( jetas y chorizos), a tenor d elas cifras sobre los billetes de 500€ en circulación .
    Un buen uso de las institucione spúblicas permitiria identificar a estos parásitos ( fuerzas del seguridad, hacienda, judicatura) y encarcelarlos ( instituciones penitenciarias). Sin embargo lejos de esto, se plantean exenciones fiscales para ellos.
    En efecto españa es por tanto un pais donde ser parásito, no solo esta bien visto ( a tenor de los comentarios en defensa de la estructura sindical imperante), sino que además es rentable.
    Eso sí. parece que ultimamente el modelo no es muy sostenible. ¿ lo cambiamos?
    Empleemos las instituciones públicas antes descritas correctamente.

  9. Coincido con Eduardo plenamente en esta visión positiva de una lacra que afecta sensiblemente a la inversión en Empresa en España. Como ha descrito muy bien tambien el anterior comentarista, ha llegado el momento de cambiar de modelo y de paso auditar las opacas cuentas de los sindicatos financiados vergonzosamente por el estado y encarcelar a muchos de sus corruptos responsables.
    La paryicipación en consejos de administraciónd e Cajas es solo la punta del Iceberg. Hay que tirar de esta sucia manta y hacerlo rápido. Lrenar la subida de nuestra factura de gasolinera, supermercado, electricidad etc, de los próximos meses ,depende hoy de este tipo de actuaciones públicas enérgicas.

  10. Interesante reflexión Eduardo….Cada colectivo (sindicatos y empresarios) defiende sus intereses lo mejor que sabe. Creo que existe un problema grave en este pais tan cainita de lo que llamamos “inteligencia emocional”. Si todos fueramos capaces de ponernos en el lugar del otro seria mas facil darnos cuenta de lo que nos necesitamos unos y otros. Y con empatia mejoraría la productividad y la competitividad de nuestras empresas.

  11. Que buenas consideraciones amigo Eduardo. Si en este pais se entendiera mejor la ventaja de poner en común los intereses de todos, de forma justa y proporcional, otro gallo nos cantaría.
    un abrazo y enhorabuena

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