Es como si hubiéramos descubierto la pólvora: el secreto está en las pymes. En los últimos foros económicos a los que he asistido he escuchado el mismo mensaje: de las crisis nos sacarán las pymes; la solución para recuperar la senda del crecimiento es potenciar el espíritu emprendedor y, para lograrlo, es preciso favorecer el reconocimiento social del empresario y apostar por inculcar sus valores desde las escuelas.
Esta estrategia por la formación desde la más tierna infancia para conseguir la asunción del riesgo en favor de una idea de negocio ya la he visto defender por personas muy diferentes, desde Juan Manuel González Serna, presidente del Grupo Siro, en el último foro de Innovador Valladolid ante un nutrido grupo de emprendedores; hasta más recientemente a Pedro Sobes, anterior ministro de Economía y Hacienda, en el Foro Tendencias Globales, organizado por Dircom. Solbes se mostró partidario de que una parte importante de las medidas de estímulo, toda vez que se haya saneado la economía española, deberían ir encaminadas, por un lado, a la educación para formar a los futuros ciudadanos como empresarios y, por otro, como apoyo a las pymes. Y en este sentido reconoció que la actual reforma laboral eliminará una desventaja competitiva para las pequeñas y medianas empresas, al permitirlas no tener que cumplir obligatoriamente el convenio colectivo de su sector en una coyuntura de crisis, imperativo que en muchos casos les abocaba directamente al cierre.
En esta fórmula de invertir en formación para futuros emprendedores desde las escuelas, además de la necesidad de llegar a un pacto de Estado, también sería beneficioso que se reciclara a los maestros o que incluso para impartir determinadas asignaturas se implicara a los propios empresarios, porque esto es como el bilingüismo del profesor de idiomas, no es imprescindible pero sí aconsejable.
Cambio de mentalidad
Pese a todo, la crisis quizás sirva para huir de una mentalidad funcionarial y acomodaticia y dar el paso a favor de la creación de nuestra propia empresa, aunque sólo sea porque no nos quede más remedio, ya que si se cumplen las previsiones de González Serna, en los próximos 20 años el único empleo que se va a crear va a venir de la mano del sector privado y no del público, “o por lo menos no debería”.
Y así parecen constatarlo algunas instituciones como las Ventanillas Únicas Empresariales, donde por ejemplo la de Valladolid registra datos de crecimiento de nuevas empresas respecto a 2011, que espero que vayan compensando la alta tasa de defunción que han sufrido las pymes durante estos últimos años, provocada en gran media por decisiones timoratas y tardías de nuestros gobernantes.
Enhorabuena, cada día se agradece mas la información especifica y especializada.
Gracias Guillermo, no veas cómo agradezco yo comentarios como el tuyo, donde se aprecia nuestro trabajo.
También gracias por participar, un saludo.
“Es como si hubiéramos descubierto la pólvora”, me parece un símil de los más adecuados para definir la capacidad de ver o de querer ver la realidad española por su propia sociedad.
Una pregunta adecuada es, ¿le sirve de algo a ésta sociedad nuestra que alguien le comunique dicha noticia?
Ya podía quedar sitio en la cabeza para las cosas importantes…
Yo soy optimista por naturaleza, por eso creo que sí que sirve; que a veces hay que ser machacones para que los mensajes calen y éste es tan importante que para muchos desempleados, que se están planteando abrir su propio negocio, será su tabla de salvación y como consecuencia aportarán su granito de arena a la maltrecha economía de este país.
Gracias por comentar en este post. Un saludo.
De acuerdo en casi todo, sin embargo no creo que sea justo responsabilizar 100% a nuestros gobernantes de la situación actual aunque sí lo más fácil.
Cada uno es responsable de sus actos y conocedor de sus limitaciones.
Hola, gracias por participar en este blog.
Yo no responsabilizo del 100% de esta situación a los gobernantes, pero sí de las decisiones tardías y timoratas, que han agudizado la crisis y que para muchas pymes han sido su puntilla.
De acuerdo con usted en que cada uno es responsable de sus actos. Lo de las limitaciones es más complicado de conocer, porque algunos las ignoran aunque las tienen ya que la vanidad no se las deja ver; y otros sin tenerlas se las imaginan, lo que paraliza el poder creativo e incluso grandes ideas, que nunca llegan a desarrolarse.