No sé si habéis tenido oportunidad de leer el Estudio sobre Comercio Electrónico B2C 2011, elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI) y que muestra el buen estado de salud del ecommerce en España, apreciándose que el mercado de B2C en España creció un 19,8% en 2011 con respecto al año anterior, dato que sin duda alguna es muy positivo, más aun teniendo en cuenta los momentos de dificultad que estamos viviendo.
En el estudio hay unas interesantes y claras conclusiones sobre la madurez del comercio electrónico, pues los productos con más tradición en este área (reservas, alojamiento y paquete turístico; entradas a espectáculos; y billetes de transporte) son los que tienen mayor nivel de conocimiento, una buena valoración y una mayor intención de compra si la oferta fuera más amplia. En este sentido, destaca la alta intención de compra del sector de restaurantes.
Sello de calidad
Por otro lado, el informe detalla que el 43,7% de los internautas compradores tiene en cuenta que la tienda esté adherida a un sello de calidad o código de confianza, eliminando de este modo la desconfianza a la hora de realizar transacciones ‘on line’ como uno de los principales frenos del comercio electrónico. Además, sólo el 7,7% de compradores on line declara haber tenido algún tipo de problema relacionado con las compras por Internet. Entre ellos aparece, en primer lugar, la no recepción del producto, seguido por un mal estado del mismo.
Este último dato me invita a volver hacerme la pregunta sobre los sellos de calidad o códigos de confianza. Si os digo la verdad, hasta el día de hoy y de cara a Bayón no es que los hayamos echado mucho de menos, aunque bien es cierto que la firma Bayón como tal es cada vez más conocida en Internet y dentro de su target. Sigo teniendo dudas en la clara eficacia que tienen estos sellos hacia los ecommerce, por mucho que estos estudios indiquen que el 43,7% de los internautas lo tiene en cuenta.
Nuevos hábitos
En cuanto a la disposición a realizar compras por Internet, el 12,9% de los no compradores están dispuestos a comprar on line en los próximos meses, superando esa desconfianza que les genera realizar compras a través de Internet. La reticencia a la hora de facilitar datos financieros (54,4%), la incertidumbre en el uso de sus datos personales (53,1%) y la desconfianza en relación a que el producto no cumpla las expectativas (53,2%) se sitúan como los tres principales frenos de los usuarios de comercio electrónico a la hora de adquirir productos por Internet.
Por el contrario, el precio (65,2%), la comodidad (58,6%) y el ahorro de tiempo (39,3%) siguen siendo las principales motivaciones para realizar compras on line. Cabe destacar la aparición de las redes sociales como un elemento que ejerce una importante influencia en el marco del B2C. Y aquí otro punto importante para analizar: ¿quién sigue diciendo que el precio no importa?, aunque a los CEO de ecommerce no nos guste, sí importa y cada vez más. La competencia es dura, el consumidor es cada vez más exigente y quiere encontrar los productos de su agrado con el mejor precio, calidad, servicio y comodidad.
En cuanto a la satisfacción de las compras por Internet, tres de cada cuatro compradores de 2010 siguen comprando en 2011, con lo que podemos concluir que existe un alto grado de satisfacción.
El Estudio sobre Comercio Electrónico B2C 2011, en lo relativo a las formas alternativas al comercio electrónico, señala que el C2C desciende ligeramente hasta el 14,6% de internautas compradores, mientras que el mCommerce es utilizado por el 9% de los mismos.
Dispositivos móviles
El gasto generado por mCommerce no afecta al volumen de negocio B2C señalado en este estudio, ni los usuarios de dicha actividad se consideran necesariamente compradores B2C. Sin embargo, las compras a través de dispositivos móviles adquieren relevancia, sobre todo en servicios tradicionales del comercio electrónico como transportes y entradas a espectáculos. Además, se percibe la progresiva consolidación de un usuario muy intensivo en este medio, donde casi un 20% de los compradores on line a través de un dispositivo móvil realiza al menos el 60% de sus compras on line en movilidad.