La crudeza de la última crisis financiera de mercados iniciada en junio de este año ha afectado de forma virulenta a las economías europeas, algunas de las cuales habían iniciado la senda de cierta recuperación y parecían lejos de cualquier posibilidad de crisis o recesión. Lamentablemente, y durante las últimas semanas, los mercados europeos (y no me refiero a los financieros) están comenzando a contagiarse de un estado de incertidumbre y desconfianza a tal velocidad que provocan de inmediato reacciones en el segmento económico encargado de abastecer a los mismos, es decir, la industria.
Hoy nos encontramos en medio de una maraña de crisis entrelazadas unas con otras con traslación directa a la industria. No existe un diagnóstico claro sobre el problema. Si bien el origen es financiero, la consecuencia directa en la falta de crédito en el mercado es la incapacidad de empresas y particulares para acceder a esa financiación.
En el caso de la industria, el efecto es fatal: no hay acceso al crédito para financiar en muchos casos circulante necesario para sus operaciones corrientes y tampoco existe un mercado sobre el que basar expectativas de crecimiento futuro. Más bien al contrario, durante los últimos meses (semanas) hemos visto cómo las prospecciones sobre el comportamiento de mercados que históricamente han servido para mantener nuestra industria como Francia, Italia o Alemania han relajado sus previsiones de crecimiento, razón suficiente para que sectores como el de la automoción revise de inmediato sus programas de fabricación acudiendo a ERE’s suspensivos.
Efectos en Castilla y Léon
En otros casos más graves, el salvaje comportamiento de mercados tan volátiles como el del sector fotovoltaico, atacado en sus precios por parte de la oferta oriental que inunda el mercado con producto a precios que semanalmente se han llegado a reducir en un 10% en algunos casos, ha provocado un aluvión de ERE’s y reestructuraciones, alguna de las cuales las vivimos en forma de concursos en nuestra comunidad autónoma.
Podría proseguir con el análisis de otros sectores industriales de amplia implantación rural en nuestra región, como el sector maderero, el textil o la piedra natural, los cuales siguen sufriendo las consecuencias de la debacle del sector de la construcción y acuden igualmente a procesos de reestructuración o se decantan por la vía judicial instando procesos concursales, pero me temo que las conclusiones en estos casos serían las mismas que lo mencionado anteriormente.
Por no hablar de los sectores que han venido teniendo cierta dependencia de los presupuestos públicos (TIC’s, obras públicas, ingenierías, …), los cuales están sometidos a una presión en ocasiones difícil de soportar por la drástica caída en las líneas de negocio amparadas por la cobertura pública.
Guerra fría financiera
Estratégicamente, la recuperación de la industria va a ir ligada a la recuperación de los mercados sobre los que descansaba su crecimiento o mantenimiento, y éstos deben volver a la senda de la confianza, para lo cual es fundamental retomar la capacidad de crédito. En este esquema, no ayuda la falta de liderazgo europeo empeñado en alargar la agonía de un continente que no se pone de acuerdo para forzar un motor bancario con capacidades y autoridad necesaria para emitir deuda y moneda a imagen y semejanza de la FED. Sin titubeos, sin afanes por controlar todo el proceso políticamente en una especie de guerra fría financiera entre alemanes y franceses, deberíamos llegar a un consenso inmediato para forzar un sistema único financiero y fiscal que dé confort a los mercados, pero esto se ve como un ataque a la autonomía de algunos países (digo algunos, porque otros han perdido dicha autonomía con las intervenciones).
El crédito habrá de llegar desde el segundo semestre de 2012 (antes será difícil) en un nuevo sistema financiero que genere más confianza. Mientras, hay sectores industriales que aguantan con respiración asistida la falta de financiación y de mercado.
Innovación e internacionalización, las claves de la recuperación
Desde el punto de vista regional y en medio de toda esta época convulsa, es necesario tener perspectiva y fortalecer las estrategias de las empresas locales en dos ámbitos a los que siempre hacemos referencia: desarrollar áreas de innovación y ganar dimensión internacional. Éste es un trabajo a medio plazo, de obligatoria e inmediata aplicación, pero con resultados más allá de lo inmediato.
Recientemente, he vuelto a tener la oportunidad de trabajar y colaborar durante tres semanas intensísimas con uno de los grandes responsables industriales de la Administración española en la gestión de una crisis empresarial que afectaba a una planta de Castilla y León. Los dos conveníamos en la necesidad de defender al máximo la importancia de las capacidades industriales, más si cabe en estos momentos en los que la pérdida de un puesto de trabajo de la industria afecta a varios puestos de trabajo de sectores dependientes de la misma. La industria es generadora de actividad directa, indirecta e inducida, más que cualquier otro sector de nuestra actividad económica. Sé que un blog no debe servir para enviar este tipo de mensajes, pero ruego que me permitan ampararme en este medio para agradecerle públicamente su compromiso con la industria y con esta comunidad autónoma, al igual que su honestidad y trabajo.
El año 2012 se vislumbra como un ejercicio complicado para la industria, pero debe servir para fortalecer su realidad competitiva iniciando o continuando la senda de la innovación tecnológica y la internacionalización. Mientras, Administraciones y agentes económicos y sociales deberemos intensificar nuestra capacidad de diálogo y cooperación para dar al sistema industrial de Castilla y León el peso que se merece y que está por encima de la media del peso que tiene la industria en España.
Se necesitan cambios estructurales que afecten de inmediato a variables condicionantes de la competitividad de nuestras plantas, un modelo laboral más vanguardista y que apoye la capacidad emprendedora de empresarios, un modelo energético completamente distinto del sufrido por la industria en estos años y un sistema financiero que apueste por la industria y su tecnología. Junto a éstos y otros ajustes, regionalmente apoyaremos el cambio en el modelo productivo con una política sectorial adecuada a áreas de desarrollo estratégicas y emergentes, con la apuesta por la dimensión internacional y por la obligatoria innovación en productos y procesos de nuestro sistema productivo.
Estimado SR:
De acuerdo que la innovación y la internacionalización son dos de las claves para ganar competitividad, pero ya es tarde. Me explico: las empresas que no han apostado antes por esas alternativas tienen muy difícil sobrevivir en la actual coyuntura porque sacar adelante proyectos de I+D+i y de internacionalización lleva tiempo, varios años incluso. ¿Dónde estarán entonces esas empresas? Seguro que cerradas.
Saludos.
Hola:
Usted dice sobre la crisis: “Si bien el origen es financiero, la consecuencia directa en la falta de crédito en el mercado es la incapacidad de empresas y particulares para acceder a esa financiación”.
¿Qué hizo la Junta en el proceso de concentración de las cajas? ¿Cómo alto cargo de la Administración regional no ha dicho a algún responsable político el ridículo hecho en este proceso?
Saludos.
Carlos:
Cuando dices un modelo laboral más vanguardista, ¿estás apoyando más flexibilidad laboral? Dilo claramente, sin eufemismos, porque es lo que nos espera a la clase trabajadora a partir de 2012.
Crisis financiera, mercados europeos, la oferta oriental, debacle del sector de la construcción, falta de liderazgo europeo, intensificar nuestra capacidad de diálogo y cooperación…
Parece que los cargos políticos de la Junta, una vez pasadas las elecciones, empiezan a cambiar el discurso sobre las causas de la crisis. Mejor nos iría ahora si este discurso hubiera sido el mismo estos últimos tres años, pero claro, a lo mejor no hubieran ganado por mayoría absoluta.
En fin, bienvenido al discurso patriótico, nunca es tarde si la dicha es buena y para bien o para mal estos señores son los que nos tendrán que sacar a delante (nos lo han prometido).
Estimado Carlos:
¿sabes lo que dicen muchos votantes del PP en CyL de vosotros? que sois más socialistas que los socialistas. Y no les falta razón. No se puede mantener ninguna industria a base de subvenciones, ni la del automóvil ni ninguna. No se puede decir que el BCE emita dinero sin límite y compre deuda sin límite, porque eso es barra libre para el despilfarro de los políticos y es la destrucción de la moneda en el largo plazo. Compara cuanto valía una onza de oro en 1973 (en dólares) y cuanto vale ahora. No se puede recurrir al BCE para gastar más de lo que se ingresa. Se llamaba déficit cero y lo aplicó Aznar… y nos fue bien. La competitividad de la industria se basa en unas condiciones estructurales favorables, no en subvenciones. Para eso ya teníamos a los socialistas en la Moncloa.
¿es que no sabes que hay “empresarios” que viven de presentarse a innumerables convocatorias de ayudas, que no producen nada , simplemente os comen la cabeza diciendo que produciran y que crearán no se cuantos empleos,… todo mentira para cobrar la subvención. Las subvenciones favorecen la ineficiencia… y son carísimas para el contribuyente al que estáis asfixiando