En febrero de 2009, la asociación de Empresa Familiar de Castilla y León (EFCL) presentó un documento que resaltaba la unanimidad de sus empresarios asociados en la necesidad de reordenar la actividad aeroportuaria de la región.
Dicho de otro modo: “sólo podía quedar uno”. Obvio. 2,5 millones de habitantes no dan para más, por mucho que se empeñen nuestros políticos en el café para todos. Y así nos va; el reciente anuncio de Ryanair de que deja de volar al extranjero deja a esta bendita tierra aislada. Ya hemos pasado al café para nadie.
4 aeropuertos vacíos
Dicen desde la Consejería de Fomento que no pueden subvencionar aviones vacíos y alegan libertad de mercado. Criterio que va y viene en función de la decisión, y no al revés. El caso es que tenemos 4 aeropuertos vacíos sin que existan responsables a tal desmán.
En una entrevista reciente leía que un empresario de Castilla y León de los de mayor implantación internacional tomaba solamente 8 vuelos desde Castilla y León de los 57 que hacía al año. Maravilloso. Ahora ya no cogerá ninguno e iremos todos a Madrid. Bonita manera de vertebrar la comunidad autónoma y de fomentar el turismo y la internacionalización.
La pena es que alguno de estos buenos empresarios se terminará quedando fuera porque las puertas de su tierra hacia el exterior se las cierran. Bueno, quizás nuestros gobernantes tengan razón cuando dicen que no es un tema prioritario. Pero se me ocurren decenas de partidas presupuestarias aún existentes que lo son aún menos.
El reto de nuestros gestores está en gestionar con imaginación desde la escasez. El verbo recortar lo conjuga cualquiera.
El vilipendio lo sufre el de siempre, el maltrecho y hastiado ciudadano. Unos mueren de hambre (el populacho famélico), otros de hartazgo (la casta política.- sin distinción de siglas) corrupta y ruín. Convirtámonos en ácratas (agradables pero ácratas al fin y al cabo).
Gracias por su comentario. Es una pena pero intuyo cierto desengaño con la clase política, algo muy habitual en los ultimos tiempos. Saludos
Esta Comunidad no puede subvencionar a una línea aérea que funciona pero sí puede mantener cuatro aeropuertos sin actividad….si hace años se hubiera dejado sólo uno y centralizado pasajeros otro gallo cantaría.
Como bien dices Eduardo acabaremos yendo a Madrid o a Santander para seguir viajando. Otro gran éxito de nuestros políticos!!
¿Qué provincia iba a renunciar a su aeropuerto?
Cada uno tirando para lo suyo y la cuerda se ha roto.
Y la Junta de Castilla y León sin voluntad política, con miedo de no dar satisfación a las provincias periféricas.
Así nos va.
Se trata de hablar en serio del tema. El sentido común dice que cualquiera de los que vivimos aquí preferiríamos ir a un aeripuerto de la región que a MAdrid. ¿o no? Saludos y gracias por el comentario
Este es un ejemplo más amigo Eduardo , de la consigna que ha imperado en los últimos lustros en España: Generar grandes inversiones en infraestructura mediante contrata. Esto no es forzosamente acorde ni compatible con generar servicio a los ciudadanos. Las faraónicas infraestructuras fantasma, algunas de ellas que quizás no lleguen a emplearse nunca , erigidas por doquier en los más pintorescos rincones de nuestra geografía lo atestiguan. A modo de metáfora: Las culturas humanas que históricamente han erigido grandes templos propiciados por las correspondientes castas sacerdotales han estado siempre ligadas a lugares ricos, tales como el delta del Nilo, donde todo esto era sostenible.
Aquí, las castas equivalentes han hipotecado el futuro de nuestros nietos para generar sus mordidas artificialmente, sin recursos reales para sostenerlas. Trasladando nuestra economía, ya de susbsistencia, en la realidad, no tiene sentido mantener una recrecida casta de este tipo. En una tribu social ya sea de primates o de lobos, en condiciones de supervivencia, los primeros que se alimentan son los cazadores, sector productivo de la tribu para garantizar que tienen la energía suficiente para seguir aportando alimento, generando riqueza y que nadie muera de hambre. En una economía de supervivencia extrema, la tribu humana, arrincona a los adivinadores, lanzadores de huesos y castas parasitarias abotargadas por sus obscena obesidad. Dado que lamentablemente no vivimos en el delta del Nilo, mi conclusión es que nuestras cárceles siguen estando pasmosamente vacías de parásitos.
Abrazo
Querido amigo CB: brillante cario, sin duda. En la edad del imperio egipcio (siglos I-IV a.c) la selección de las especies se realziaba de manera natural. Lamentablemente en nuestra época “esas castas” han montado un sistema artificial que les hace inmune a las amenazas. Muchas gracias por tu intelgiente coemntario.