El Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (Ecova) celebró este viernes una jornada sobre las fuentes de financiación en Castilla y León en la que participó Pedro Pisonero, director general de Iberaval.
El acto fue inaugurado por Juan Carlos de Margarida, presidente de Ecova, quien apuntó: “el decrecimiento económico traerá consigo una disminución del consumo de las familias, una caída generalizada de la inversión productiva, de la creación de empleo, y de la viabilidad de las empresas”.
Situación y perspectivas
Asimismo, de Margarida declaró: “las empresas prevén un final del 2022 y un 2023 con graves problemas de abastecimiento de las materias primas, el endurecimiento de las condiciones financieras, el retraso de los fondos europeos con una paralización de inversiones y proyectos, junto con la llegada de una recesión a causa de las interrupciones de las cadenas de suministros y del suministro del gas, a lo que se añade una subida sin parangón de los precios de la energía, hacen que la inestabilidad e incertidumbre en el ámbito empresarial sea patente y notoria”.
Ayuda a las pymes
Por su parte, Pisonero fue contundente al manifestar: “no hay duda de que vamos a seguir ayudando a pymes, autónomos y emprendedores castellanos y leoneses, como tampoco debe haberla en torno a que para obtener el apoyo de Iberaval la esencia está en acudir a nuestras sedes con un proyecto viable”.
Preguntado sobre los respaldos públicos a las pymes, Pisonero explicó: “el respaldo de las administraciones, como la Junta de Castilla y León, a través del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), resulta clave para que cientos de pymes, que obtienen de manera finalista esos recursos que permiten bonificar precios, puedan afrontar inversiones, necesidades puntuales de tesorería o hacer crecer sus negocios”.
En este sentido, Pisonero aseguró: “al igual que en la crisis de 2008 y años sucesivos, Iberaval no cerró el grifo del crédito y, en la actual situación, tampoco lo va a hacer”.
Anticiparse a la situación
Para concluir, De Margarida indicó: “ante estas realidades, las empresas deben anticiparse a las situaciones inflacionarias y de decrecimiento económico, donde la búsqueda de eficiencia en el ámbito financiero sea determinante para sortear la inestabilidad económica proyectándose ante un futuro donde la transición verde y digital sean la base de la calidad de vida de las nuevas generaciones de castellanos y leoneses”.
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