En los últimos años, acentuado estos días, unos pocos están intentando manchar el nombre y la trayectoria de una empresa familiar ejemplar como Dulces Galicia, uno de cuyos productos es muy conocido y apreciado incluso a nivel internacional, los famosos polvorones El Toro.
Dulces Galicia lleva trabajando más de 150 años, algo increíble según las estadísticas de mortandad de las empresas familiares. Muchos nos sentimos orgullosos de familias tan ejemplares y comprometidas con la tierra como la saga Galicia. Lamento y condeno todas las acciones encaminadas a boicotear una empresa que genera empleo en la comarca, que hace poco tiempo ha invertido en una fábrica moderna e innovadora y que lleva el nombre de Tordesillas con orgullo por todo el mundo.
Afirmaciones malintencionadas y falsas
Especialmente deben ser condenadas las afirmaciones malintencionadas y falsas, cuestión que debía ser perseguida de oficio más aún si cabe cuando algunas de ellas vienen de asociaciones que se nutren de nuestros impuestos.
Estoy convencido de que estos fuegos artificiales no harán más que encender la llama de la solidaridad y justicia entre los castellanos y leoneses, y toda España, que continuaremos comprando los maravillosos productos de Dulces Galicia durante todo el año, como siempre hemos hecho. Es nuestra mejor respuesta. Larga vida a Dulces Galicia.
Que facil es destruir y dificil construir