La técnica es perfecta, la calidad de los productos incuestionable, la presentación de los platos fieles a las recetas originales y el servicio profesional y muy amable, pero Dinner by Heston Blumenthal no emociona.
Y eso que había hecho mis deberes e iba mentalizada de lo que me iba a encontrar: cocina tradicional británica puesta al día, cuya principal característica es la actualización de platos que se remontan a tiempos pretéritos, algunos de ellos al siglo XV y XVI.
Sin embargo, esperaba algo más, que con alguna de sus elaboraciones se me erizara la piel, para eso es un 2 estrellas Michelin y además ha sido recientemente calificado como el quinto mejor restaurante del mundo por la revista The Restaurant.
Quizás es el nivel actual de la cocina española o nuestra apabullante despensa la que nos impide apreciar en toda su dimensión la maestría del chef inglés Heston Blumenthal.
Me gustó sobre todo la presentación de uno de los entrantes, el Meat Fruit, un foie gras parfait expuesto como si fuera una mandarina, que juega con la mezcla de sabores de la fruta y el hígado. Saboreé el Cod in Cider, un bacalao fresco cocinado a baja temperatura de facturación pefecta. Y disfruté con Tipsy Cake, un brioche hecho a base de piña asada a la parrilla durante más de media hora y presentado siguiendo la tradición.
El montaje del restaurante es muy llamativo, imitando la estética medieval en lámparas y mesas sin matel y con vistas a Hyde Park. Además, los comensales pueden ver en la cocina a través de sus paredes acristaladas el sistema de poleas para asados, inspirado en el modelo usado por la antigua corte real. La carta de vinos, tan apabullante como prohibitiva por sus precios.