Juan Carlos de Margarida, presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (Ecova), apuntó que la digitalización y la conectividad “han impedido que la recesión se transforme en depresión, lo que habría sido un grave problema a nivel socioeconómico”, en la presentación este jueves del Observatorio de Economía Digital 2021 del Servicio de Estudios Económicos de Castilla y León (ECOVAEstudios), donde se ha constatado estos años de pandemia han acelerado las “sociedades digitales”.
No obstante, destacó que aunque el avance hacia sociedades más digitales se ha visto acelerado e incrementado dada la realidad del momento provocada por una pandemia, “aún quedan retos macroeconómicos en Castilla y León que la digitalización podría dar respuesta, como son el elevado desempleo, la baja productividad, el envejecimiento o el abandono poblacional”.
En este sentido, los datos del Observatorio concluyen que los resultados “más preocupantes están relacionados con las capacidades digitales y el talento de los castellanos y leoneses, constatando una falta de preparación de la población y del tejido empresarial a la hora de aprovechar el potencial completo de la digitalización”.
Desde un punto de vista empresarial, De Margarida explicó que las empresas “de nuestra región dominan los usos digitales básicos, pero no los más avanzados. Algo en lo que deben prestar el foco, sobre todo las pymes, ya que son el principal motor de la economía regional, pero a la vez son las organizaciones más vulnerables y, por tanto, las que con mayor rapidez pueden desaparecer”. A este respecto, los datos señalan que hay un descenso generalizado en la inversión en TIC de las pequeñas y medianas empresas de más de 10 empleados, puesto que ha sido de casi un 29% menos, lo que en términos monetarios se traduce en 60 millones de euros menos.
En cuanto al mercado de trabajo, “existe un gran número de empleos tecnológicos que en la actualidad se encuentran vacantes por la falta de cualificación de los castellano leoneses”, afirmó De Margarida, que resaltó que también “existe un problema de género en el sector tecnológico, puesto que solo un 16% de las mujeres se encuentran dentro de este sector y, el objetivo, debe ser conseguir, al menos, un 50%”.
Para ello, desde ECOVAEstudios entienden que “se debe reducir la brecha digital que fragmenta pueblos y ciudades a través de políticas e iniciativas públicas y privadas, donde ya existen algunas, aunque queda un largo camino que recorrer”. No en vano, el director del Servicio de Estudios manifestó que desde los organismos públicos, “y a todos los niveles, se deben incentivar ayudas no solo de índole económico, sino también a través de acciones como reducir los trámites administrativos y el papeleo en el procedimiento de adquisición de ayudas; simplificar el marco legal existente eliminando programas tecnológicos complejos que acarreen riesgos para empresas; o flexibilizar la elección de soluciones tecnológicas, entre otros”.
Como reflexión final, De Margarida concluyó que ahora existe “una verdadera oportunidad para aprovechar en Castilla y León la apuesta por la digitalización a través de los fondos europeos, lo que puede llegar a incrementar de un 3% a un 4% nuestro PIB en los próximos 2 años, logrando que se creen nuevos empleos de calidad, aumentando la riqueza de la región para financiar el estado de bienestar y minorando, con ello, el empobrecimiento de la sociedad”.
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