Vamos a cerrar el Curso de motivación en 5 minutos con los 60 segundos que restan. Para ello, usaremos los 2 módulos anteriores de nuevo.
En el primero, hablábamos de las diferentes razones por las que una persona puede entrar a leer un blog como éste y cómo éstas cambian con el tiempo. Cuando leemos el post de un blog (no necesariamente éste, uno cualquiera), si llegamos al final del mismo, normalmente la cosa queda ahí. Nos habrá gustado más o menos, nos habrá hecho reflexionar o aleccionado o no, lo habremos difundido o no, pero rara vez volveremos a entrar de nuevo en dicho post…
…excepto si damos un paso más y, por lo que sea, realizamos un comentario. A partir de ese momento, casi con total seguridad, entraremos de nuevo en el post para ver si alguien ha comentado nuestro comentario, si ha gustado, si ha generado debate, si el autor nos lo agradece o simplemente para releernos a nosotros mismos (podéis hacer la prueba en esta misma entrada, je je).
Videojuegos
En el segundo de los módulos hablábamos de cómo algunos videojuegos lograron engancharnos para jugar con ellos. Si recordáis, siendo críos, alguna vez nos poníamos al lado de la máquina recreativa de turno para ver cómo jugaba otra persona (normalmente un amigo). Pero, ¿cuánto tiempo aguantábamos viendo a otra persona jugar? Muy poco ¿verdad? Rápidamente nos aburríamos y o bien jugábamos nosotros o bien nos íbamos.
Reflexión del módulo 3 del Curso de motivación en 5 minutos: cuando somos parte activa de algo, de lo que sea, hacemos muchas más cosas por ello que cuando somos meros espectadores.
Es por ello que si hacemos participar a las personas de las estrategias de sus propias empresas, de los establecimientos de sus propios objetivos, de las soluciones de sus propios problemas, de mejorar sus propios procesos, de crear diferentes maneras de hacer sus cosas, de su propio trabajo, es mucho más posible se involucren en él. Porque, sencillamente, las personas nos implicamos mucho más en aquello en lo que participamos.