A primera vista, su imagen llama mucho la atención. Su largo capó horizontal que se hunde como la nariz de un tiburón, sus imponentes líneas de carácter y su enorme parrilla son muy seductores. Los faros LED, rematados con triángulos triples que actúan como luces de circulación diurna, te miran con una intensidad intrigante. Es casi inquietante, como si el SUV te desafiara a llevarlo hasta sus límites.
El amplio interior, muy equipado y bien acabado, refleja su diseño exterior, aunque no tan acentuado. Los asientos sujetan bien, incluso en las curvas más cerradas, y el diseño general del salpicadero está decididamente orientado al conductor. La pantalla táctil central está bien ubicada, al igual que la instrumentación digital, que ofrece una legibilidad perfecta, incluso con luz solar directa.
Pero no todo es perfecto. No resultan muy cómodos los controles táctiles de volumen y de climatización. Lleva un tiempo acostumbrarse. Personalmente prefiero controles físicos más simples e intuitivos. Lo mismo ocurre con los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS).
Motorización
El Cupra Terramar está disponible desde 150 CV. La versión probada es la híbrida enchufable (e-HYBRID) de 272 CV. Incorpora un motor de 4 cilindros turbo con 177 CV y 250 Nm, acoplado a un eléctrico de 116 CV y 330 Nm, sumando 272 CV y 400 Nm de par. Permite realizar carga rápida en corriente continua de hasta 50 kW de potencia, cargando la batería en 26 minutos (10-80%), además de poder utilizar un cargador tipo wallbox de 11 kW (150 minutos del 0 al 100%). Las prestaciones oficiales nos anuncian de 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y una velocidad máxima de 215 km/h.
En sinuosas carreteras revela otra cara que en ciudad, la de su personalidad deportiva. En modo Sport, el motor empuja con fuerza y los 272 CV se hacen oír con vocalizaciones que nos recuerdan que este SUV no es un sólo un automóvil familiar.
Este modelo está orientado al equilibrio, a gustar a quienes buscan algo más que ir de un lado a otro, pero que también precisan un automóvil para viajar muchos kilómetros con la familia.
El Terramar es un SUV versátil, capaz de seducir a quienes buscan un vehículo de altas prestaciones, cómodo y respetuoso con el medio ambiente y una buena relación entre lo que se paga (57.170 euros) y aquello que nos ofrece. Una excelente síntesis de este SUV que toma el nombre del histórico Circuito de Terramar, cerca de Sitges (Barcelona), uno de los primeros construidos en el mundo (en 1923) y hoy convertido en una preciosa pieza de la arqueología del automovilismo.
Santiago de Garnica
