Copasa pondrá en marcha en los próximos meses un proyecto “de gran importancia para el vacuno de carne en Salamanca”, detalla Víctor Rodríguez, gerente de esta cooperativa, que con una plantilla de 52 personas superó en 2023 una cifra de negocio de 60 millones de euros, con un incremento del 15% en su producción, hasta sobrepasar las 147.000 toneladas de pienso fabricadas y distribuidas a sus más de 2.600 socios. Rodríguez se refiere a la construcción del Módulo 1 de un nuevo cebadero en Villarmayor (Salamanca), en el que se implantará una innovadora gestión que “permitirá al socio que lo desee participar en diferentes grados en el proceso de engorde de los terneros, en lo que llamamos sistema de cebo cooperativo. Ello consolidará la actividad de cebo en Salamanca y contribuirá a cerrar el ciclo productivo y potenciar a la marca de garantía Ternera Charra, con la que se comercializará la producción, certificada en bienestar animal”.
En el segundo trimestre de 2024, esta cooperativa salmantina, que prevé crecer a un ritmo del 12% en el presente ejercicio, pondrá en marcha los nuevos almacenes de pienso terminado envasado y de materia prima, anexos a la fábrica de la cooperativa en Salamanca. A estas inversiones se suman la instalación de una nueva línea de envasado y paletizado de pienso que facilitará un mayor rendimiento y una mejor gestión de almacenes y transporte de piensos envasados; y el inicio de las obras de ampliación de la línea de almacenaje y carga de pienso a granel, con la instalación de 20 nuevas celdas de pienso terminado y una tercera báscula de carga en la línea de expedición.
Flota de camiones
“Seguimos potenciando el transporte propio de pienso al socio. Contamos en la actualidad con una flota de 14 camiones de servicio a granel y 2 para pienso envasado y paletizado”, subraya el gerente de Copasa, que explica que en el presente ejercicio, en alianza con otras empresas del ámbito de la producción del porcino ibérico y de la alimentación animal, la cooperativa pondrá en marcha el convenio iBENUCOP, para canalizar proyectos de I+D+i en el ibérico que redunden en la mejor calidad y eficiencia en la alimentación y en una óptima gestión de los subproductos de las instalaciones ganaderas.
Rodríguez hace hincapié en la evolución en la que está inmerso el sector primario debido a los problemas que le impactan de lleno, como son los altos costes, la climatología adversa, los estrictos requisitos de producción que no cumplen los productos importados de terceros países, los altos tipos de interés que dificultan el acceso al crédito y merman la rentabilidad de los negocios, las exigencias de carácter medioambiental y la burocracia que han de soportar las explotaciones. “Todo ello hace que el agricultor y ganadero por sí solo se vea con un futuro más comprometido y la falta de relevo sea cada vez mayor. La unión en las cooperativas agroalimentarias representa el medio necesario para acceder a las tecnologías, a los nuevos sistemas de gestión, a los servicios técnicos y a una comercialización justa y segura de sus producciones”, destaca Rodríguez.
Eficiencia del sector
Asimismo, el gerente de Copasa comenta que la producción ganadera en España es puntera por la eficiencia de su funcionamiento, el sistema de integración, las alianzas empresariales con otras cooperativas y la industria agroalimentaria. “Esto representa una oportunidad, ya que tanto en el mercado interior como en el internacional, el producto español es muy apreciado por sus altos estándares de calidad, por una gestión respetuosa con el medio y con el bienestar animal y por su homogeneidad”, recuerda Rodríguez, que añade: “Copasa pretende, en línea con sus objetivos y su Plan Estratégico, acompañar a sus socios en la evolución productiva, tecnológica y de la comercialización para seguir creciendo de forma rentable y sostenible”.
Copasa cuenta con una planta de fabricación de piensos en Salamanca, inaugurada en 2018, dotada de la más moderna tecnología de producción y aseguramiento de la calidad, y una planta de fabricación en Santa Marta de Tormes (Salamanca), adquirida en 2020 y reformada en 2021 para complementar la capacidad de producción de la primera. “Se trata de una fábrica libre de antibióticos y cualquier otro medicamento”, subraya Rodríguez. Además, gestiona varios almacenes de materia prima en la provincia, así como dos instalaciones de cebo de porcino ibérico y uno de vacuno de carne a través de una sociedad mercantil participada.
Más información en el número de mayo de la revista Castilla y León Económica