Hay establecimientos que su nombre está asociado al lujo, la elegancia, el bon vivant y que pese al transcurrir de los años han sabido mantener esa pátina de distinción y de estilo. Éste es el caso del Hotel María Cristina de San Sebastián, un edificio emblemático de inicios del siglo XX inspirado en el clasicismo francés, volcado sobre la ría Urumea de la capital guipuzcoana.
Inaugurado en 1912, su interior remite a la Belle Epoque. Mobiliario de calidad en habitaciones decoradas en gris y blanco otorga a las estancias sofisticación y distinción. Su ubicación privilegiada próxima al Cántabrico, su oferta gastronómica, su zona de spa y sus espacios comunes, con terrazas y bar donde escuchar música en vivo, son otras de las ventajas que convierten al María Cristina en uno de los hoteles más atractivos de España.