El sector exterior español sigue dando satisfacciones. Las exportaciones crecen con fuerza, superando en enero de 2011 el valor alcanzado en el mismo mes de 2008, año en que las exportaciones alcanzaron su nivel máximo. Las cifras más relevantes de importaciones y exportaciones están publicadas en este enlace.
Es de notar cómo el balance con la Eurozona ha mostrado en el mes de enero un superávit de más de 450 millones y las perspectivas son de que siga creciendo y que se acabe 2011 con un superávit aún mayor con esa zona. Es de esperar que este año el balance del sector de automoción con la Eurozona (28% del total español a esta área) siga siendo alto. Sin embargo, mirando a 2012, puede ser que las políticas de distribución de la producción por plantas seguidas por las grandes marcas automovilísticas lleven a cerrar este superávit dado que a lo largo de la década de 2000 el balance exterior del sector de automoción ha sido muy pequeño, unos años con superávit y otros con un ligero déficit. Es aquí donde hemos de plantearnos qué hacer con nuestro modelo productivo en aquellas empresas que sí dependen de nosotros. ¿Debemos las administraciones ayudar a las empresas a implantar sus producciones en el exterior? Si así lo hacemos, contribuiremos a crear riqueza en las empresas, pero la balanza podría cambiar su signo.
Piedras en el camino
Por desgracia hay 2 malas noticias: las importaciones de combustibles se están disparando, así como las importaciones de China. Estos 2 factores sobre los que tampoco tenemos influencia han conseguido que el balance de comercio exterior en enero de 2011 muestre un déficit superior al de enero de 2010 en un 9% y todo hace presagiar que el déficit del sector exterior del año 2011 sea substancialmente mayor que el de 2010, aunque nuestras exportaciones sigan creciendo con fuerza.
Isabel, mi opinión sobre si las administraciones deben ayudar a las empresas a exportar es un claro y rotundo SÍ; y ahora aún más que antes, pero con un mejor criterio y de una manera más solvente.
Respecto al criterio se debe ayudar no a quien lo necesite, que ahora son todas las empresas, sino a quien tenga capacidad para aprovechar las ayudas con un planteamiento a medio y largo plazo. Por solvencia me refiero a que si se prometen unas ayudas, financieras, los beneficiarios las reciban en un período conocido de antemano y razonable.
Enhorabuena por éste blog, que sigo mensualmente y que recomiendo en el mío: http://exportadordigital.blogspot.com/
Gracias por tu comentario y muchas gracias por tu análisis en tu blog.
Como puedes suponer yo estoy efectivamente a favor de las ayudas a empresas. Para eso estamos. Lo descorazonador es ver cómo muchos de esoso fondos se van en proyectos que no lo son…..en empresas que su único objetivo es la consecución de unos fondos más o menos rápidos y sin un plan a medio plazo medianamente claro (ya no digamos a largo). Lo malo es que eso lo sabemos cuando despues de estar abonando las subvenciones nos enteramos que la empresa ha virado en su estrategia, que ha dejado de internacionalizarse, …porque cuando se trata de obtener la ayuda sus informes son impecables….
Sin embargo, aún con los cambios en ICEX seguiremos aquí….
Un abrazo. ISABEL CLAVERO