Las estadísticas no mienten: el índice de mortalidad de las empresas familiares triplica el del resto de compañías, y además crece exponencialmente a medida que pasan de una generación a otra. De hecho, aproximadamente el 70% de las sociedades no llega a la segunda generación y el 90% no alcanza la tercera. Sin embargo, también existen ejemplos, y muy cercanos, de negocios con apellido a los que ha sentado bien el relevo generacional. Es el caso de Comercial Ulsa, la empresa vallisoletana de suministros industriales y ropa laboral, entre otras actividades, cuya tercera generación -los hermanos Javier e Ignacio Gómez Salamanca- se incorporó a la gestión del negocio a finales de los 90 y desde entonces la empresa ha multiplicado por 10 su tamaño, incorporando nuevas lineas, “invirtiendo, diversificando, generando empleo y riqueza y apostando por nuestra tierra, algo que decimos con orgullo, puesto que en nuestro sector los principales protagonistas están cayendo en manos de fondos de inversión y grupos extranjeros que, en cierto modo, deshumanizan la actividad. Nosotros, no sólo no vendemos, sino que reinvertimos los beneficios con un claro compromiso de continuidad”, señala Javier, CEO de la firma.
Pero vayamos a los orígenes. Corrían los años 70 del siglo pasado y Ulpiano Salamanca trabajaba en el ámbito de la ferretería y el suministro industrial en La Herramienta Industrial y Perfeccionamientos Técnicos Salamanca. A finales de la década de los 70 se desvincula de estas sociedades para constituir su empresa dentro del mismo sector: Comercial Ulsa. Apenas un año más tarde se incorpora al negocio la segunda generación, destacando el papel de Rosa Salamanca y Fernando Gómez.
A finales del siglo XX la compañía contaba con 12 empleados y una cifra de negocio en torno a 1 millón de euros. Con Ignacio y Javier al frente, Comercial Ulsa cerró el ejercicio 2023 con una facturación por encima de los 12 millones y más de 40 trabajadores. Y continúa en fase de expansión, puesto que prevé superar los 13 millones de ventas al término de este año.
Claves del éxito
Javier explica las claves del éxito: “el año 2008 marca un punto de inflexión en nuestra empresa con el traslado al Polígono de San Cristóbal, lo que nos acerca a nuestro cliente, empresas del ámbito industrial, nos permite disponer de mucho más espacio y conceder mayor protagonismo a nuestra familia estrella, el vestuario y la protección laboral”. El segundo gran hito de la empresa es muy reciente, ya que en 2022 amplían sus instalaciones con 2 nuevas naves que suman 1.600 metros cuadrados, que facilitan la diversificación de su actividad, con formación y taller de bordado, además de una nueva sociedad, CyL centro especial de empleo, en la que dan trabajo a 3 personas con discapacidad que se dedican sobre todo al manipulado y también suministros. “En cuanto al taller de impresión y bordado, lo hacemos todo nosotros, y ahora rotulamos cualquier soporte, no sólo ropa, como lonas, roll ups o vehículos. En el ámbito del merchandising hemos incorporado nuevos métodos de impresión digital y tecnologías como la sublimación. Todas estas actividades nos están permitiendo crecer mucho”, detalla el CEO de Comercial Ulsa.
Trazabilidad de procesos
El empresario señala que en 2024 han hecho una inversión importante en un nuevo ERP que ha aportado una mayor trazabilidad de sus procesos, así como dispositivos de radiofrecuencia y firma digital y un mayor control de stocks. “Ha sido un paso de gigante en nuestra organización interna”, enfatiza.
Comercial Ulsa cuenta con clientes por toda España, incluso en el extranjero, y más de la mitad de su negocio se localiza fuera de Castilla y León. Javier insiste en la idea de la diversificación como camino a seguir para mantener la línea de crecimiento y reforzar sus nuevas líneas de negocio, como el merchandising y la rotulación, sin perder de vista el crecimiento en la que ha sido, desde siempre, el core de su actividad: los suministros industriales, la ropa y la protección laboral. “Somos la empresa líder de nuestro sector en el norte de España y un referente a nivel europeo, y eso sólo se consigue con una plantilla que sienta los colores, porque las empresas triunfan por los equipos que las componen”, afirma el CEO de Comercial Ulsa.
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