Coface celebró este jueves por primera vez en Valladolid su Conferencia Riesgo País, una sesión que tuvo lugar en la Cámara de Comercio vallisoletana y que abrió José Carlos Díez, profesor de ICADE Business School y asesor del BCE y de Funcas, quien afirmó seguir muy de cerca la actualidad de Castilla y León por su condición de palentino.
Díez aseguró que los países emergentes han perdido mucha fuerza y en la actualidad son EE UU y en menor medida la eurozona los que tiran de la economía mundial, si bien advirtió que el principal riesgo sigue siendo Europa, con un alto endeudamiento, algunos Estados muy cerca de la deflación, “en definitiva, seguimos al borde del precipicio. Hay muchos riesgos en Europa, aunque milagrosamente su economía ha salido de la recesión”.
En ese sentido, aseguró que en España la economía ha dejado de caer porque han cambiado las condiciones financieras y el Gobierno ha abandonado el ajuste fiscal.
El economista precisó que una crisis de deuda “no se puede solucionar con un banco central emitiendo dinero”.
Respecto a España, su visión tampoco fue optimista, al señalar que la demanda interna cae “con bastante intensidad” y las exportaciones y la inversión de las empresas se encuentran estancadas desde el pasado verano
Díez afirmó ver con preocupación el aspecto social en nuestro país y se preguntó: ¿cuánto se puede aguantar con una tasa de paro estructural del 25%? No obstante, aunque afirmó que el nivel de indignación “es generalizado, de momento hay más miedo que ira”.
Recetas
El profesor de ICADE señaló que hay que poner la economía a crecer “con más intensidad. En Europa la prioridad es hundir el tipo de cambio del euro. De ese modo, las empresas exportarían sin tener que hacer nada y llegarían más turistas. Además, desde el Eurogrupo se debe ejercer presión para crear algún tipo de producto financiero con respaldo de todos los socios; y abordar un plan de estímulo fiscal”.
En España dijo que habría que sanear “de verdad” el sistema bancario, porque “siempre vamos por detrás de la realidad; y habría que haber cambiado la ley de quiebras”.
“Quedan muchos riesgos por resolver e incertidumbres por delante, así que mejor adoptar una posición de prudencia”, concluyó.
Problema demográfico
Zenón Jiménez-Ridruejo, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valladolid (UVA) abordó los riesgos económicos de Castilla y León y se mostró tajante al asegurar que el problema “más agudo es la estructura y dinámica demográfica, del que dependerá el futuro de nuestra región. Tenemos la tasa de natalidad más baja de España y ahí radica el principal factor de vulnerabilidad en Castilla y León. Que nadie crea que se trata de un problema de ordenación del territorio. Es un problema económico, de creación de empleo”.
Jiménez-Ridruejo se refirió a la ausencia de incertidumbres políticas en Castilla y León, “lo que favorece la estabilidad; como el hecho de que no existan procesos generalizados de corrupción; una calidad relativa del nivel educativo; y un funcionamiento razonablemente eficiente de la justicia. Menos positiva es la eficiencia de la Administración autonómica”, apuntó. “Estamos peor en plazos de pago, somos mediocres en listas de espera y malos en plazos de tramitación”, indicó.
Destinos
Por su parte, Miguel Aguirre, Head of Political and Single Risk de Coface, expuso la visión del riesgo para la compañía de los principales destinos de las exportaciones castellanas y leonesas. Habló de EE UU, Reino Unido, Alemania y Francia.
Aguirre precisó que hay que replantearse la productividad y los costes laborales en España; y respecto a las oportunidades para las empresas castellanas y leonesas y españolas hizo hincapié en la “baja calidad de las infraestructuras” de los países emergentes.
Panel de empresas
Para finalizar la jornada, que fue conducida por Pablo Buxens, director comercial adjunto de Coface en España, 3 empresas de Castilla y León expusieron su punto de vista sobre su presencia en el exterior. Samuel Alonso, director financiero de Gadea Grupo Farmacéutico, indicó que los clientes de la compañía se reparten por 90 países de todo el mundo, aunque EE UU y Europa se reparten el 60% a partes iguales; Fernando Cancio, adjunto a la dirección comercial de Cancio Muebles precisó que para sobreponerse a la brutal caída del sector de los muebles de cocina y para combatir el que denominó Efecto Ikea, su compañía ha apostado por la innovación y la diferenciación. Ángel Martín, del Grupo Matarromera, señaló que en 2014 prevén una evolución estable del mercado nacional y seguir creciendo en el exterior.
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