Cesefor, socio del clúster Aeice, acaba de concluir el mapeo de la distribución actual de una serie de especies forestales cuyo cultivo pueda ser llevado a cabo en un futuro en tierras marginales. Para conocer la puesta en valor y aprovechamiento de estos territorios, el proyecto BeonNAT (iniciativa que ha promovido este estudio) ya ha puesto en marcha una serie de plantaciones experimentales en las que se constate el éxito de esos cultivos.
A través de esta red de parcelas experimentales se pretende aumentar los conocimientos en la obtención de diferentes bioproductos (aceites esenciales, extractos, papel, tableros de partículas, bioplásticos, biochar, carbón activo y absorbentes) contribuyendo a la valorización de tierras marginales, con el consiguiente beneficio socioeconómico en los territorios en los que se encuentran.
Criterio de expertos
El estudio llevado a cabo por Cesefor y el Centro de Desarrollo de Energías Renovables (CEDER-CIEMAT), y que ha contado también con la colaboración de la Universidad Tecnológica de Brandemburgo (Alemania) y de la Universidad Ștefan cel Mare de Suceava (Rumanía), como paso previo a la puesta en marcha de esas plantaciones se han utilizado conjuntos de datos globales, europeas y nacionales para obtener toda la información disponible por separado en torno a las especies objetivo. Además, se ha utilizado el criterio de expertos para corroborar esta distribución. Los países en los que se ha realizado este estudio han sido España, Alemania y Rumanía.
El proyecto ha identificado 10 especies objeto de estudio, si bien no todas están presentes en los 3 países objetivo. Las especies seleccionadas son jara pringosa , enebro, romero, olmo de Siberia, abedul, retama, falsa acacia, zarzamora, carpe blanco o europeo y chopo negro.
Utilidad como recurso de biomasa
El estudio realizado ha constatado que la superficie de estas especies en España, Alemania y Rumania es muy significativa. De hecho, la potencialidad de estas especies respecto a su utilidad como recurso energético de biomasa hace que el interés en la cuantificación de la superficie potencialmente cultivable por estas especies haya incrementado ante la presente crisis energética. Para ello, uno de los objetivos que se plantea el proyecto BeonNat es conocer la superficie ocupada realmente por estas especies.
Tal y como se refería, los Inventarios Forestales Nacionales y el Atlas Europeo han sido las principales fuentes de información utilizadas para la delimitación de la distribución actual de dichas especies. Además, también ha sido incluida la información procedente de los datos del servicio mundial de información sobre biodiversidad (GBIF.org) proporcionando puntos de localización de las especies en todos los países.
Especies objetivo para cultivo energético
En España, las especies objetivo para su cultivo energético en áreas marginales son la jara pringosa, el enebro común, el romero y el olmo de Siberia. Actualmente, la superficie cubierta por jaras está en torno a 14,9 millones de hectáreas, siendo toda la zona este y sur del país las zonas más pobladas con este arbusto muy abundante en regiones de clima seco y caluroso.
En el caso del enebro es una especie común en toda Europa, adaptada a climas extremos. En España la superficie cubierta por este matorral es de 27 millones de ha principalmente distribuidas por el cuadrante noreste de la península. En el caso del romero, la superficie cubierta es de 24 millones de hectáreas. Este matorral tiene su principal distribución por zonas más templadas, siendo el este y centro de la península las zonas más pobladas. Por último, el Olmo siberiano, especie alóctona en la península, es habitualmente plantado en las arboledas, parques y calles como árbol ornamental que aporta abundante sombra, por ello es relativamente frecuente su presencia en España (1,7 millones de hectáreas).
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