“Cerveza de autor en evolución”. Así definen sus propietarios a Silos y Benedictina, las dos referencias de Cervecera Casasola, de Valladolid. La tendencia en este sector apunta a nuevas elaboraciones y ediciones especiales encaminadas al ámbito gourmet, y así lo vislumbraron hace tres años los hermanos Alfonso y Agustín Perdomo-Spinola Molero, promotores y maestros cerveceros de esta compañía, la primera elaboradora de cerveza artesanal de Castilla y León, ubicada en las dependencias de un antiguo convento Benedictino del siglo XVI, dentro de una finca en el término municipal de Valladolid, a escasos cuatro kilómetros de su plaza mayor, en dirección a Villabáñez.
Finca con cereal
Todo empezó con una estancia de Alfonso en la región italiana del Piamonte en el año 2000, donde conoció una fábrica de elaboración artesanal en la que degustó “las mejores cervezas que probé en mi vida”, señala. El emprendedor no olvidó aquella experiencia y años después, contemplando los campos de cereal en la finca familiar, se dio cuenta de que podía obtener un producto de calidad. “Castilla y León es la región con mayor extensión cerealista de la UE y pensamos que este modelo de negocio podría tener éxito aquí”, precisa. Le planteó el proyecto a su hermano Agustín, implicaron a toda la familia y se pusieron manos a la obra. Las instalaciones están dotadas de la tecnología y maquinaria más avanzada del mundo, procedente de Italia.
‘Birraturismo’
Cervecera Casasola ha habilitado en la fábrica una sala de venta y degustación desde donde se puede contemplar cómo trabajan los maestros cerveceros. Se denomina birraturismo y viene de Italia. Otro de los retos de la empresa es presentarse a certámenes nacionales e internacionales con sus referencias.
Más información en el número de agosto de la revista Castilla y León Económica.