Castilla y León se sitúa entre las regiones con mayor número de empresas emisoras de facturas electrónicas con un 7,04%, por detrás de Madrid (24,99%), Comunidad Valenciana (11,48%), Cataluña (8,58%) y Andalucía (8,26%), según se desprende de un estudio realizado por Seres, que pone de manifiesto que del total que se expiden y se reciben en España cerca del 30% procede del sector secundario.
Esta área junto a la terciaria siguen siendo las más activas en el uso de esta fórmula. Según Alberto Redondo, CMO de Seres para Iberia y Latam “la excelente salud de la factura electrónica en el sector secundario es una buena noticia que refleja una progresiva transformación del modelo productivo en nuestro país, que completa y compite con los servicios”.
Datos nacionales
Según el informe, el número de facturas electrónicas procesadas en 2019 en nuestro país ascendió a 206 millones de documentos, un 13,51% más que en 2018. Del total, 171 millones -un 6,1% más que en 2018- corresponden a transacciones entre empresas, 22 millones a operaciones entre negocios y las administraciones públicas y 12 millones a ventas de compañías a particulares.
Gracias al uso de la factura electrónica, en 2019 se ahorraron más de 1.600 millones de euros en la gestión de este tipo de documentos emitidos y recibidos, y el equivalente en horas de trabajo de más de 442 años laborales. Además, se generó un impacto medioambiental positivo cercano a la superficie forestal del Parque del Retiro al eliminar el papel. Según el estudio, el coste medio de recepción de una factura es de 7,22 euros en papel y 2,27 euros en digital y en emisión de 4,45 euros en papel y 1,64 euros en digital.
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