La Junta de Castilla y León aprobó recientemente el decreto que regula el procedimiento de acreditación de la eficiencia energética en los edificios de nueva construcción. En virtud de la nueva normativa se crea un Registro de Certificados, donde promotores y propietarios deben inscribir las garantías de los inmuebles, tanto en el proyecto inicial como una vez terminada su edificación.
A partir de ahora todos los edificios que se construyan llevarán asignada una etiqueta de eficiencia energética, que muestre a través de una inicial que va desde la letra A (edificio más eficiente) a la letra G (edificio menos eficiente), su nivel de calificación. Esta certificación debe incluirse de forma obligatoria en toda oferta, promoción y publicidad de venta o arrendamiento.
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