Caja Rural de Salamanca celebró este viernes su Asamblea General, como corresponde cada año según sus estatutos, tras haber convocado y celebrado las juntas preparatorias en las que los socios y socias designaron a los distintos delegados, aprobándose por unanimidad la gestión y las cuentas anuales del ejercicio 2022.
La entidad celebra los buenos resultados obtenidos, cumpliendo su objetivo de crecimiento con un resultado bruto de 9,06 millones de euros, un 23,29% más respecto al año anterior, siendo el mejor de su historia debido principalmente al aumento de la Inversión Crediticia en un 11,85%, situándola muy por encima de la media del sistema financiero, llegando a los 634 millones de euros. El resultado después de impuestos en el ejercicio 2022 es de 6,97 millones de euros, con un incremento de un 24,09%.
Tanto en el discurso de Ernesto Moronta, presidente de la entidad, como en el análisis de los datos económicos por parte de la directora general, Isabel Martín, ha estado presente la palabra crecimiento, “necesario para poder llegar cada vez a más personas y así prestar un servicio esencial a la sociedad en las 3 provincias donde tienen oficinas físicas, Ávila, Valladolid y principalmente Salamanca”.
Moronta dio las gracias a los trabajadores de la caja, tanto a aquellas personas que están en las oficinas y atienden día a día a los clientes, como a aquellas que están en servicios centrales y que con su trabajo facilitan un excelente servicio.
Resultados
El volumen de negocio, que engloba tanto la inversión crediticia como los depósitos de la clientela y los recursos de terceros captados fuera de balance, ha alcanzado la cifra de 2.100 millones de euros, suponiendo un crecimiento del 6,40% respecto al ejercicio anterior.
Castilla y León Económica