Con una plantilla de más de 200 personas y 54 oficinas en Castilla y León, los objetivos de Caja Laboral para 2011 son consolidarse como una entidad de referencia en la región y mantener su volumen de negocio en nuestra comunidad autónoma, que superó los 3.200 millones de euros en 2009, una cuantía similar a la del ejercicio anterior. El 66% de esta cifra procede de la inversión crediticia y el resto de los depósitos de sus 150.000 clientes en nuestra comunidad autónoma, de los que el 90% corresponde a particulares y el 10% a empresas. En los últimos cinco años esta cartera de clientes se ha incrementado más de un 26%.
La presencia en Castilla y León de esta entidad, que pertenece a Mondragón Corporación Cooperativa (MCC), se inició en Burgos en 1997. En estos años, su expansión le ha permitido estar presente en seis de las nueve provincias, “como una mancha de aceite”, según explica Ernesto González Villafáfila, director regional de Caja Laboral en nuestra comunidad autónoma. “De momento, optamos por la prudencia a la hora de continuar este crecimiento”, apunta González Villafáfila, que explica que, en una primera fase, la estrategia de la caja en Castilla y León se centró en los clientes particulares y la financiación de hipotecas “cuando el principal mercado en esta región era el ahorro”. En una segunda etapa, optó por un acercamiento al sector empresarial, una evolución que se ha visto frenada por la crisis. “El 90% de nuestros clientes son particulares y nuestra labor a partir de ahora se centra en compensar estas cifras hacia las pymes y los autónomos”, apunta el director regional de Caja Laboral en Castilla y León, que recuerda que esta entidad cooperativa nació en el seno de MCC para dar servicio a esta sociedad, por lo que no es ajena a las inquietudes y necesidades del tejido empresarial. Asimismo, explica su carácter eminentemente urbano, que le hace estar presente en seis capitales de provincia de Castilla y León.
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