La nueva entidad resultante de la fusión de Caja España y Caja Duero prevé haber completado el plan de prejubilaciones y del cierre de las oficinas excedentes antes de que finalice el presente año, tal y como reconoció en Salamanca Lucas Hernández, su director general. Acompañado de Marcos Garcia, el nuevo presidente, Hernández apuntó que la prejubilación, que afectará a 846 trabajadores, y la clausura de oficinas, la estimación es de 254, tiene como fecha límite el 31 de diciembre.
Después de que el pasado 1 de octubre arrancase la entidad resultante de un proceso que se prolongó dos años, ahora es el momento de “consolidarlo” y está “descartado totalmente” que en fechas próximas se baraje algún proyecto de nueva integración o fusión de la caja castellanoleonesa, señaló Lucas Hernández. En este mismo sentido, el presidente señaló que ahora lo importante es “digerir” el proceso y que cuando “vaya madurando” ya será el momento de que los técnicos y los órganos de Gobierno “valoren” esos asuntos.
Marcos García y Lucas Hernández visitaron el día 5 la antigua sede central de Caja Duero en Salamanca, donde continuarán algunos de los servicios centrales. En esta ocasión, Marcos García aprovechó para incidir en que el proyecto “tiene más futuro que el 30 de septiembre y más solvencia”, lo que sirve también para “dar mucho mejor servicio a la sociedad que se dirige”.
El presidente anunció que actualmente se están tramitando sus encuentros de presentación con la dirección del Banco de España, cuya reunión se llevará a cabo el viernes 8, a la que sucederán otros con autoridades y personas de relevancia de la Comunidad. En cuanto al funcionamiento interno de Caja España-Caja Duero, Marcos García avanzó que en esta semana se contempla una reunión del Comité Ejecutivo y que la próxima semana le seguirá la celebración de un consejo de administración.
Europa Press