La Asamblea General de Caja de Burgos aprobó este martes la modificación de sus Estatutos y su Reglamento de Procedimiento Electoral para adaptar ambos textos al Decreto Ley de modificación de la Ley de Cajas de Ahorro que aprobó la Junta de Castilla y León el 25 de agosto de 2011.
Rafael Barbero, director general de la entidad de ahorro burgalesa, explicó que esta medida responde a la necesidad de regular en ambos textos los cuerpos electorales de los grupos de electores afectados por la segregación del negocio financiero a favor de Banca Cívica, que son los correspondientes a empleados, impositores y corporaciones municipales. El Reglamento de Procedimiento Electoral modifica también el sistema de nombramiento de los representantes del subgrupo primero de las entidades de interés.
“Además, se incorpora otro grupo de modificaciones de determinados artículos que tienen por objeto complementar la regulación del ejercicio indirecto de la actividad financiera”, apostilló Barbero.
Novedades
La nueva normativa autonómica establece que los miembros de los órganos de gobierno de una caja de ahorros que ejerce indirectamente la actividad financiera no pueden tener retribuciones, y suprime el requisito de dedicación exclusiva para el presidente. La nueva redacción del texto modifica la mayoría necesaria para adoptar acuerdos relacionados con los procesos de operaciones corporativas, integración en SIP y conversión en Fundaciones de Carácter Especial, reduciéndolo de los actuales 4/5 a 2/3 de los consejeros asistentes a la reunión de la Asamblea General.
Se establece además como obligatoria al menos una reunión de la Asamblea General, que será la que se celebre en el primer semestre del año. El Consejo de Administración se reunirá, al menos, una vez cada 2 meses, frente a la obligatoria reunión mensual vigente hasta estos momentos.
Líneas estratégicas
De acuerdo con lo convenido en la Asamblea General, durante el próximo ejercicio Caja de Burgos reforzará su compromiso con la sociedad y la economía de Castilla y León, dando apoyo a clientes y empresas de la comunidad autónoma y manteniendo la actividad de su Obra Social y Cultural.
“Estamos ante una nueva empresa, una nueva Caja de Burgos, pero que nace con más de 80 años de experiencia, rigor, profesionalidad, confiabilidad y dedicación al negocio tradicional. Esto supone que tanto la plantilla, como el equipo directivo de la entidad y los órganos de gobierno, debemos renovar nuestro compromiso en un escenario distinto, pero sabiendo que somos accionistas de referencia de uno de los bancos mejor posicionados”, sentenció Barbero.
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