Emilio Botín, presidente del Banco Santander, es partidario de que el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) acuerde comprar deuda soberana de países periféricos con problemas de financiación en los mercados como España en su reunión de este jueves.
Asimismo, el banquero respaldó la reforma financiera aprobada el pasado viernes por el Ejecutivo central para recibir la ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros con el fin de recapitalizar entidades financieras, y reclamó su cumplimiento.
“Las últimas decisiones del Gobierno van bien encaminadas en todos los sentidos. Ahora lo que hay que hacer es cumplirlas”, dijo Botín en alusión tanto al último decreto ley de resolución bancaria como a la reforma laboral y a las medidas adoptadas para garantizar el cumplimiento de los objetivos de déficit.
El presidente del Santander también apoyó la inyección de capital por importe de 4.500 millones de euros realizada a Bankia por parte del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), organismo controlado por el Banco de España y por el Gobierno, a la espera de recibir los recursos europeos. “El adelanto a Bankia es absolutamente correcto”, consideró.
Banco malo, una solución impuesta
Tras reconocer que inicialmente se opuso a la creación de un banco malo en España que aglutinara los activos inmobiliarios tóxicos de las entidades financieras, Botín recordó que la sociedad de gestión de activos era una de las condiciones impuestas a España en el memorando de entendimiento (MoU) para recibir el rescate bancario.
En cualquier caso, reconoció que son “muy importantes” los precios a los que se valorarán los activos inmobiliarios dañados que las entidades nacionalizadas (Bankia, Novagalicia, Catalunya Caixa y Banco de Valencia) trasladarán al banco malo . “Está estudiándose, me parece necesario y bien que se haya hecho porque nos lo han dicho desde Bruselas”, sentenció.
Europa Press / Castilla y León Económica