A pesar de ser un fenómeno en auge, aún son pocas las bodegas castellanas y leonesas que abren sus puertas para recibir visitantes, y muchas menos las que, además, cuentan con restaurante donde reponer fuerzas y hotel donde alojarse. Éste es el caso de Bodegas y Viñedos Alfredo Santamaría, ubicada en el municipio vallisoletano de Cubillas de Santa Marta y adscrita a la Denominación de Origen Cigales.
Tras muchos años de elaboración y conocimientos heredados de anteriores generaciones, en la década de los 90 Alfredo Santamaría da un paso al frente al apostar por la producción de vinos de calidad en la comarca de Cigales. Ése es el punto de partida de una aventura que hoy se complementa con un hotel rural y un restaurante en el mismo complejo bodeguero, denominado Pago de Trascasas.
Viñedos centenarios
Una de las particularidades de Bodegas y Viñedos Alfredo Santamaría es que sólo vinifica la vendimia seleccionada de los viñedos -algunos de ellos centenarios- de su propiedad. La producción apenas alcanza las 60.000 botellas de sus 4 referencias: Valvinoso y Pago el Cordonero, 2 rosados jóvenes elaborados a partir de uvas tempranillo, verdejo y albillo; Alfredo Santamaría es el nombre de su tinto crianza; y Trascasas el tinto reserva. En la actualidad, la bodega exporta el 30% de su producción a países como China, Brasil, EE UU y Dinamarca, si bien el objetivo de crecer hasta las 100.000 botellas pone el foco principalmente en los mercados exteriores.
Vinos naturales
Pablo Santamaría, director técnico y comercial de la bodega, resume su filosofía: “elaboramos vinos naturales de calidad, que huyen de la perfección en búsqueda de la diferenciación y de su propia personalidad. Esta pequeña bodega familiar tiene muy presente que los grandes vinos se cimientan desde la viticultura y ésa es la razón por la que poseemos nuestros propios viñedos, que son las únicas plantaciones de las que elaboramos los vinos que comercializamos”.
La bodega posee 12 hectáreas de viñedo y el rendimiento de sus cepas “siempre es muy inferior a los 7.000 kilos por hectárea que marca como máximo el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cigales. Nuestro rendimiento medio de los últimos años es de 5.000 kilos por hectárea”, sostiene el director técnico y comercial de la bodega.