Bodegas Sobreño es una empresa familiar afincada en la Denominación de Origen Toro, cuya filosofía se asienta en la defensa de valores como “sostenibilidad, calidad y trabajo bien hecho”. Y a tenor de la respuesta de los mercados, la estrategia es un acierto, con la consolidación de los ya existentes y la ampliación de nuevos destinos a los que ha accedido la bodega.
En la actualidad exporta el 80% de su producción a más de 25 países y destaca Japón, EE UU, Europa y Sudamérica. “Hacemos esfuerzos por acercarnos a otros países asiáticos donde la diferencia de culturas y hábitos se convierten en ocasiones en barreras que requieren mucha dedicación para sortearlas”, señalan los responsables de la bodega con sede en Toro (Zamora).
Además, la crítica especializada de todo el mundo también reconoce el mérito de estos tintos castellanos y leoneses y prueba de ello es la concesión, sólo en el último año, de las medallas de oro en Mundus Vini de sus vinos Roble, Crianza, Selección Especial (reserva) e Ildefonso; y una medalla de plata para su tinto ecológico en Mundus Vini Biofach.
Finca Sobreño Ildefonso es su nuevo vino top, que lleva su nombre en honor a uno de los patronos de Zamora y que como señalan en la firma, “tiene muy buena aceptación en la gama alta del mercado de los vinos exigentes”.
Sostenibilidad
Sobreño mima sus viñas, al equilibrar el terreno y las cepas de manera natural, respetando el entorno y el medio ambiente. “Tenemos un compromiso con el medio ambiente y trabajamos la tierra con respeto”, afirman. Asimismo, una parte importante de su viñedo es ecológico. Otra de sus máximas es fomentar el desarollo económico de la zona donde está enclavada la bodega, al contratar a personal del entorno y trabajar con industrias y proveedores locales.
En la empresa aplican sistemas de mejora continua en cada una de sus áreas y ha logrado homologaciones de calidad de diversos países europeos. Además, recorren pago a pago, “siempre con un control exhaustivo de la calidad de la uva y exigiendo unos parámetros de alta calidad y trazabilidad”.
En la bodega hacen un balance positivo de la última vendimia, caracterizada por un año climatológico “que ha beneficiado enormemente a la tinta de Toro, con un verano de temperaturas diurnas suaves y nocturnas frescas, dotando a la uva de cualidades organolépticas sobresalientes y una óptima maduración”.