Fruto de su apuesta por la sostenibilidad, Bodega Emina ha renovado la imagen de uno de sus vinos más reconocidos acorde a su filosofía, personalidad y valores. Un cambio que aporta mayor identidad a este vino, El vino es elaborado en una bodega “comprometida con la naturaleza por lo que ya recibió el Premio Europeo de Medio Ambiente de la Fundación Entorno“.
Emina Crianza es un vino tinto elaborado con uvas de la variedad tempranillo procedentes de los viñedos que posee la bodega ubicados en las laderas norte de Valbuena de Duero (Valladolid), muy próximas al Monasterio de Santa María de Valbuena.
En bodega, el vino reposa en barricas de roble francés y americano y termina de redondearse en botellas aligeradas para reducir la huella de carbono.
Papel de la etiqueta con certificación FSC
El papel con el que se ha fabricado su etiqueta cuenta con la certificación FSC, es decir, procede de bosques aprovechados de forma racional. Es un papel 100% reciclado, libre de madera y fabricada a partir del 50% de fibras recicladas.
La botella también se ha personalizado con el logotipo de la compañía y se ha reducido el peso de las mismas, contribuyendo así a un mejor impacto medioambiental en su transporte.
Bodega Emina es el primer centro integral de desarrollo sostenible del sector vinícola. Además, fue la primera empresa española con certificación Aenor que midió su huella de carbono. Cuenta con el certificado Wineries for Climate Protection, consorcio impulsado por la Federación Española del Vino en el que participa de forma activa liderando la estrategia del sector vitivinícola nacional en defensa del medio ambiente.
Bodega Emina se ha incorporado, también, a International Wineries for Climate Action (IWCA), un grupo de trabajo colaborativo que aborda el cambio climático mediante estrategias innovadoras de reducción de las emisiones de carbono. El objetivo de Emina es reducir la huella de carbono en un 50% en 2030.
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