“Corría el año 1963 cuando unos 300 pequeños viticultores gomellanos tuvieron la valentía y visión de futuro para constituirse como cooperativa, a la que llamaron la Asunción de Nuestra Señora. La finalidad era mantener vivos los ricos viñedos de Gumiel de Izán (Burgos), uno de los términos mejor considerados dentro del área de producción de la Ribera”. Así explican los responsables de la bodega burgalesa los orígenes de esta cooperativa adscrita a la Denominación de Origen Ribera del Duero que en 2023 cumple 60 años de existencia. Con motivo de dicha efeméride la bodega ha programado diferentes actos para los socios e invitados, entre ellos una charla a cargo de Urcacyl, una cata didáctica dirigida por su enólogo, una exposición de fotografías de la historia de la bodega, así como de maquinaria antigua relacionada con el viñedo y el vino, y un homenaje a sus socios más mayores y más jóvenes, entre otros.
Relevo generacional
En la actualidad, la cooperativa cuenta con 106 socios, “muchos de ellos son los herederos de aquellos fundadores que, a día de hoy, tratan de mantener el legado que les trasmitieron sus mayores. Aunque se aprecian las dificultades de la falta de relevo generacional”, señalan en su Consejo Rector. Es por ello que uno de los principales objetivos de La Asunción de Nuestra Señora es captar nuevos socios, no sólo para poder acometer un aumento de la producción, sino para contribuir al cambio generacional.
Los viñedos de los socios, en su mayoría centenarios, de la variedad tempranillo y un total de aproximadamente 60 hectáreas, fueron plantados en vaso manualmente por los abuelos de los actuales socios. “Seguimos manteniendo las tradiciones, y aunque hemos innovado con maquinaria más moderna, siempre recolectamos manualmente, seleccionando cada racimo en el campo para mantener y superar la calidad de nuestros vinos”, explican en el Consejo Rector.
Las ventas en 2022 rondaron los 550.000 euros y la previsión para el presente ejercicio es incrementar esta cifra en torno a un 20%. Uno de los objetivos de la bodega burgalesa es expandirse en el mercado internacional y mantener su gama de marcas en el mercado: Morozán, Tremello y Abadía de San Pedro, en todas sus variedades: rosado, joven, crianza y reserva. La producción en la última campaña ha sido algo superior a los 300.000 kilos de uva tempranillo. Se han vendimiado, también, unos 20.000 kilos de uva blanca albillo con la intención de elaborar vino blanco y ampliar así su oferta de vinos. “La producción de este año ha sido similar a la de la campaña anterior con una calidad muy buena”, detallan en La Asunción de Nuestra Señora.
Entre las inversiones recientes destaca la ampliación de la sala de crianza con la compra de 25 nuevas barricas. La nave de crianza, situada en el sótano, consta de 258 barricas -cuyo parque se va renovando todos los años alrededor de un 20%-, el 80% de roble francés y el resto de roble americano. La nave de elaboración consta de 115 depósitos de hormigón distribuidos en dos plantas, recubiertos de resina epoxi. Además, se ha encargado un estudio para valorar la posibilidad de instalación de paneles fotovoltaicos para autoconsumo.
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