Aparte de los abridores de las puertas y de la antena en forma de aleta de tiburón, ninguna pieza de carrocería del nuevo BMW X2 es compartida con el X1 del que toma la base técnica. Este séptimo X de la firma bávara inaugura además un estilo nuevo pues no adopta el perfil de SUV coupé como los X4 y X6 en relación a los X3 y X5. Más bien evoca un break de chasse, que no disgusta a los puristas.
Para acentuar su estética deportiva, el X2 es 8 centímetros más corto y 7 centímetros más bajo que un X1. Así su longitud total es de 4,36 metros, como un Range Rover Evoque (4,37 m). La distancia libre al suelo (18,2 cm en la versión estándar) es idéntica al X1 pero el techo más bajo y los asientos en una posición más cerca del suelo sitúan el centro de gravedad más bajo.
Al sentarnos en el interior, nos encontramos con los asientos y salpicadero del X1, si bien el X2 estrena un bloque de instrumentación digital y analógica. Delante es amplio y cómodo, en las plazas traseras el espacio para las rodillas es bueno pero el pilar del techo queda muy cerca de la cabeza. Este asiento tiene el respaldo reclinable en 2 posiciones y se puede abatir en tres partes, práctico a la hora de llevar objetos largos como unos esquís. El maletero tiene una buena capacidad.
El SUV alemán se conduce como una berlina dinámica: excelente motricidad, tren delantero reactivo y eje trasero que ayuda a trazar las curvas más cerradas cuando se acelera el ritmo. El placer es aún mayor en tanto en cuanto los movimientos de la carrocería están muy bien controlados, la dirección es rápida y la frenada potente y fácil de dosificar.
La versión probada, el 20d de 190 CV siempre con tracción total xDrive y cambio automático, es la más potente diésel disponible en España. En modo sport, el X2 nos permite disfrutar de un acelerador más reactivo, de una dirección endurecida y de pasos de una relación a otra de la caja BVA8 a un régimen de giro del motor más alto.
Lo que destaca de forma contundente es por su elasticidad. Así merece más la pena rodar en el modo Confort, de forma fluida, para aprovechar la fuerza del 20D a bajo régimen, la suavidad del excelente cambio BVA8, y las virtudes del chasis y de la tracción xDrive, capaz de afrontar las curvas como una buena berlina dinámica, como pudimos comprobar en la Sierra de Navacerrada.
Los que busquen practicidad, conducción familiar, altura de conducción y fácil acceso optarán por el X1. Los que apuesten por el estilo deportivo, por algo diferente desde el punto de vista estético, por una imagen, sin duda el X2 no les defraudará si bien el precio (42.700 euros) de este 20D le da un indiscutible carácter exclusivo.