La actividad de Bioenergy Ibérica se centra en las energías renovables, la gestión de residuos para su inertización y valoración energética y los sistemas de tratamientos de aguas para su reutilización.
“Nuestro objetivo es dar una respuesta a los problemas con los que se encuentra la sociedad y la industria actuales, partiendo de las premisas de un desarrollo sostenible, la economía circular y la Industria 4.0”, explica Alfonso Barbero, CEO de esta empresa con sede en Las Torres (Salamanca), que resalta que todos sus proyectos encajan dentro de parámetros financiero-económicos, “de forma que sean rentables y generen los recursos necesarios para su amortización, mejoren el balance de las empresas y con períodos de retorno realmente bajos”.
Economía circular
Las soluciones de Bioenergy Ibérica incluyen energía térmica y eléctrica, gestión de residuos y subproductos para su valorización y ahorro de agua, lo que, según Barbero, “nos lleva a cerrar el círculo y generar la industria del siglo XXI. Es ahí donde queremos acompañar a las compañías de nuestro país”.
La firma desarrolla proyectos en sectores como la agroalimentación, fábricas de piensos y secaderos, explotaciones ganaderas, minería, packaging y fabricación de muebles.
Energía sin combustibles fósiles
El CEO de Bioenergy Ibérica comenta que su meta se centra en lograr que la industria disponga de una fuente de energía desligada totalmente de los combustibles fósiles, con precios estables en el tiempo y seguridad energética, sin olvidar un ahorro económico que asegurará el retorno de la inversión y la mejora del balance de sus clientes. “Ponemos todos nuestros esfuerzos en crear una simbiosis entre cuidado del medio ambiente, mejora de la calidad de vida y contribución a un desarrollo económico real basado en las personas”, destaca.
Los proyectos de la compañía salmantina colaboran en la consecución de un desarrollo sostenible a través de la fijación de población en el mundo rural, la eliminación de gases de efecto invernadero, la valoración energética de residuos y subproductos y la reducción del impacto de las actividades industriales en el entorno.
“Somos una empresa comprometida que quiere crecer y avanzar con nuestros clientes como socios energéticos gracias a un equipo de profesionales altamente cualificados”, concluye Barbero.
Más información en el número de enero de la revista Castilla y León Económica