Bankia abona este viernes un dividendo en efectivo de casi 2,76 céntimos de euro brutos por acción con cargo a los beneficios obtenidos en el ejercicio 2016, lo que supone un incremento del 5% respecto a la cuantía repartida el año precedente. Esto supone que la entidad financiera distribuye entre sus accionistas un montante total de 317 millones, lo que supone un pay-out (porcentaje del beneficio repartido como dividendo) del 39,5%.
De este modo, desde que en julio de 2015 Bankia abonó su primer dividendo, que ascendió a 1,75 céntimos de euros por acción, la retribución al accionista se ha incrementado en un 57,7%, pese al difícil entorno para el sector financiero.
Para José Ignacio Goirigolzarri, presidente del Bankia, el reparto del tercer dividendo en la historia de la entidad “es una gran noticia por 3 razones: en primer lugar, porque muestra la fortaleza financiera de Bankia; en segundo lugar, porque es un 5% superior al del año anterior; y en tercer lugar, porque permite avanzar en la devolución de ayudas a los contribuyentes”.
Retorno a los contribuyentes
BFA, entidad 100% propiedad del Estado a través del FROB, es el primer accionista de Bankia, con el 66,44% a día de hoy. Con esta participación, el pago del dividendo permite al banco retornar a los contribuyentes otros 211 millones de euros.
Tras este abono, el Estado recupera un total de 1.838 millones de euros, teniendo en cuenta la cantidad ingresada con la privatización de un 7,5% del capital de Bankia efectuada en febrero de 2014, que aportó 1.304 millones de euros, y la suma de los tres dividendos pagados hasta la fecha, que asciende a 534 millones de euros.
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