Recuerdo el primer Audi TT el día que se presentó y mis primeros kilómetros a su volante. Lamentablemente, la aventura que comenzó en la década de 1990 pronto llegará a su fin para el pequeño cupé de los 4 anillos. El CEO de Audi, Markus Duesmann, anunció en 2020 que no sería reemplazado, al menos no directamente. Si hay un reemplazo, debería tomar la forma de un mini e-tron GT 100% eléctrico. Es decir, si queremos disfrutar de este coupé 3 puertas con sus curvas casi vírgenes -aunque hoy la línea es un poco más incisiva- y reconocible entre 1.000 desde su lanzamiento en 1998, tenemos que decidirnos ya. En su definición actual, esta tercera generación del TT ofrece la posibilidad de elegir entre 2 motores: un 2.0 de gasolina de 4 cilindros disponible en diferentes niveles de potencia (de 197 CV y 245 CV) y un melodioso 5 cilindros de 400 CV (TT RS).
El nuestro era el TT 45 TFSI de 245 CV con transmisión quattro y el cambio S tronic de 7 velocidades. Durante nuestra prueba, un aguacero veraniego permitió apreciar plenamente su altísimo nivel de seguridad activa. La tracción total quattro de última generación combinada con el ESP puede enviar todo el par a las ruedas delanteras o traseras para proporcionar un agarre óptimo. La dirección, suave pero precisa y directa, acentúa el lado incisivo del tren delantero que accede a girar lo que le pedimos con la dirección incluso en caso de que nos pasemos con el volante.
Suspensiones rebajadas ‘S Line’
El eje trasero ofrece la movilidad suficiente para inscribir el deportivo en curvas cerradas sin apretar los dientes. Con las excelentes suspensiones rebajadas S Line, este chasis deportivo muy rígido reduce drásticamente el balanceo de la carrocería. Los frenos también dan una completa satisfacción.
El 2.0 TFSI sigue cantando en el habitáculo. La música de tonos bajos no es tan noble como la de un viejo V6 de 3.2 litros, pero aun así produce escalofríos. Con 245 CV, el rendimiento es serio, pero nos gustaría que la caja de cambios S Tronic de este TT, que alcanza sus límites en el uso manual, donde automáticamente sube de marcha cuando se acerca al corte y se niega a reducir más allá del 4000 rpm, permitiera el control total del modo manual como en el TT RS.
Dicho esto, el Audi TT 45 TFSI es muy agradable y divertido de conducir en plan deportivo y, al tiempo, fácil de llevar en plan tranquilo y con un consumo que da risa por lo bajo en un coche de 245 CV, una polivalencia al volante que también encontramos en el uso diario gracias a sus plazas traseras extra y su espacioso maletero.
Un juguete para adultos que nos costará 65.200 euros. Pero ya saben, si quieren verlo en su garaje, corran. Los caprichos son una urgencia.