Nuestro RS 6 no pasa desapercibido con su color Audi Exclusive Palace Blue y tapizado interior en color blanco alabastro, con sus aletas ensanchadas 40 mm. de cada lado y sus enormes llantas a través de las cuales se ven las enormes pinzas de freno y los gigantescos discos perforados.
El frontal exhibe entradas de aire de todo tipo y el spoiler y los deflectores verticales plateados en las tomas de aire laterales incrementan la agresividad. Detrás tenemos 2 grandes salidas de escape. Las dimensiones son imponentes y aunque el peso en vacío es de 2.385 kg, la relación peso-potencia es muy buena: 4 kg/CV.
La posición de conducción es excelente, con los asientos Sport RS climatizados y calefactados, que sujetan muy bien. El espacio para las piernas en las plazas traseras es generoso, y el maletero grande: entre 565 y 1.680 litros.
El infoentretenimiento es el que equipan los modelos altos de gama de la marca, con algunas opciones RS. En cuanto a las asistencias a la conducción, hay más de 30.
El motor V8 4.0 TFSI 32 válvulas biturbo da 600 CV entre 6000 y 6250 rpm, y un par de 800 Nm entre 2050 y 4500 rpm. Va asociado a un alternador/arranque que alimenta una red de 48 voltios ofreciendo así una hibridación ligera y la etiqueta Eco. Integra el sistema Cylinder on Demand que aumenta la eficiencia cortando 2, 4, 5 y hasta los 8 cilindros cuando su funcionamiento no es necesario, ahorrando hasta 0,8 litros.
Caja automática
La transmisión va a cargo de una caja automática Tiptronic de 8 relaciones y un diferencial central que distribuye 60% del par al eje trasero, pudiendo variar del 30% al 85% según las condiciones de adherencia. Las prestaciones son espectaculares: 3,6 segundos de 0 a 100 km/h, 12 segundos para pasar de 0 a 200 km/h y una velocidad máxima limitada a 250 km/h que puede ser liberada hasta 305 km/h gracias al pack Dynamic Plus.
Apretamos el botón Start, y escuchamos la típica sonoridad del V8 Audi. A parte del mando secuencial invertido de la transmisión y las levas tras el volante demasiado pequeñas, la ergonomía es buena. Desde los primeros kilómetros llama la atención la facilidad de conducción, así como la dirección incisiva y precisa. El tren delantero, ayudado por las ruedas traseras directrices y el par motor preponderante al eje trasero ofrecen un nivel de agarre espectacular. En cuanto a prestaciones, el empuje es tan progresivo que las sensaciones que tenemos al volante, de aceleración y agresividad, no parecen las esperadas. Tener este modelo es posible por 180.000 euros, algo que no hace que nos preocupe mucho los 14,8 l/100km que ha gastado de media.
Más información en el número de abril de la revista Castilla y León Económica