Audi continúa expandiendo su etiqueta e-tron. Con el gran SUV e-tron y la espectacular berlina deportiva e-tron GT, la marca de los anillos apuntaba claramente a la cima. Pero sólo con las ventas de estos muy altos de gama, es muy difícil lograr el objetivo marcado: dejar de desarrollar nuevos modelos térmicos para Europa a partir de 2026.
Por eso, la firma de Ingolstadt también ha optado por aprovechar la plataforma común MEB, que comparte con el Volkswagen ID.4, para lanzar un SUV eléctrico más asequible (a partir de 44.460 euros), para llegar a un público más amplio.
3 versiones disponibles
Visualmente, es 100% Audi: mezcla entre el Q3 más pequeño (4,48 m de largo) y el Q5 más grande (4,68 m), el Q4 (4,59 m) está justo entre los 2 en términos de tamaño. Hay 3 versiones: Q4 35 e-tron (170 CV y 340 kilómetros de autonomía); Q4 40 e-tron (204 CV y 519 kilómetros de autonomía) y Q4 50 e-tron Quattro (299 CV y 488 kilómetros de autonomía).
La versión probada, con 204 CV y los 310 Nm de par instantáneo, tiene un comportamiento familiar con 8,5 segundos empleados para alcanzar los 100 km/h. En este sentido, la versión 50 quattro que ofrece 299 CV y sobre todo 460 Nm de par es más deportiva, pero nos quedamos con la intermedia por su mejor autonomía.
El chasis es ciertamente más firme que el de un ID.4, lo que beneficia la sensación de agilidad. La frenada es potente, pero con un pedal con ataque algo esponjoso y que lleva un tiempo saber dosificar. Por cierto, que las útiles levas detrás del volante permiten variar la intensidad del frenado regenerativo, lo que limita el uso del pedal central útil en emergencias o en paradas completas. En un recorrido mixto con pocas autopistas, nuestro Q4 40 indicó 19,4 kWh por 100 km. Una buena puntuación que significa que el SUV en teoría podría alcanzar los 400 km de autonomía sin demasiado esfuerzo.
Elevada calidad interior
En el interior nos encontramos la elevada calidad proverbial Audi. La única similitud con el ID.4 proviene de la consola central flotante, que todavía usa plásticos duros. Pero el resto del habitáculo está mucho más pulido. Audi también ha optado por equipar su Q4 con una instrumentación digital configurable real y no una simple pantalla básica detrás del volante.
Todos estos elementos, combinados con el abundante equipamiento y el gran espacio destinado a los pasajeros, hacen que nos sintamos muy bien a bordo de este Q4 e-tron. Un pero es notar que el volante adopta teclas táctiles, tan desordenadas como poco prácticas de manejar mientras se conduce. Afortunadamente, los controles del aire acondicionado dependen de botones físicos. Se puede decir que, si bien es el Audi eléctrico más asequible, no es barato, pero tiene cualidades más que suficientes para justificar sus precios.
Santiago de Garnica