El e-tron Sportback no es sólo un e-tron con una carrocería coupé, va más allá. Estéticamente, Audi no ha seguido el trabajo que ha realizado en otras declinaciones coupé de sus SUV como es el caso de los Q2 y Q8, sino que ha creado una línea trasera claramente más fluida, con una caída más acentuada.
Puede no favorecer al maletero o a los ocupantes de las plazas traseras, pero estéticamente está más lograda que en otros rivales. Y lo que es aún mejor, la ganancia en eficacia aerodinámica: el Cx pasa de 0,28 a 0,25. El perfil del coupé no es el único responsable de este acierto: también se ha trabajado la parrilla frontal con la calandra singleframe de láminas móviles, el paragolpes frontal modificado y el alerón trasero. A esto hay que añadir una gestión de las células de la batería revisada respecto al e-tron. Y el resultado es una autonomía incrementada en 30 kilómetros: un total de 446 kilómetros de cifra homologada según la norma WLTP. En nuestro recorrido de prueba con un consumo medio 24 kWh/100 km, podemos hablar de una autonomía real de 350 km. Y se puede recargar a un máximo de 150 kW con corriente continua, que se traduce en media hora para el 80% de la batería.
3 versiones
Hay 3 versiones: 50 quattro (313 CV y 341 km de autonomía; desde 75.340 euros), 55 quattro (408 CV y 446 km; desde 87.980 €) y S (503 CV y 368 km; desde 102.650 euros). La S tiene 3 motores y una serie de particularidades a nivel mecánico y de ajuste de chasis. En nuestro caso hemos probado la 55 quattro.
El ambiente a bordo es irreprochable gracias a la elevada calidad de materiales y ajustes. Así encontramos unos asientos acogedores con un cuero excelente. Los asientos traseros ofrecen un buen espacio para las piernas y una altura libre suficiente gracias al hueco habilitado en el techo. Es cierto que el maletero pierde 45 litros, pero con un total de 615 no es pequeño.
Ultramoderno
El conjunto es ultramoderno, un reino de lo digital con el ya conocido Virtual Cockpit, así como 2 pantallas táctiles, una para el sistema multimedia y la otra para la climatización. También cuenta con los famosos retrovisores cámara exteriores con las pantallas situadas en el interior de las puertas, que no convencen a todos.
Nuestro 55 quattro de pruebas tiene 2 motores eléctricos asíncronos. Uno va delante y mueve las ruedas anteriores y otro detrás que trasmite su fuerza a las posteriores. En marcha el confort es absolutamente perfecto. En cuanto a prestaciones, esta versión pasa de 0 a 100 km/h en sólo 5,7 segundos.
Santiago de Garnica