El Audi A8 es un modelo muy orientado a un uso de representación, como coche de empresa con chófer. Rediseñado hace 2 años, cuenta con una variante híbrida enchufable, A8 60 TFSI e Quattro (125.730 euros), que combina un V6 turboalimentado de gasolina de 3,0 litros con 340 CV (250 kW) y 500 Nm y un pequeño motor eléctrico de 60 kW (82 CV) continuos y 100 kW (136 CV) máximos con un par de 400 Nm. Gracias a este dúo, este automóvil de 5,20 metros de largo tiene una potencia estable de 462 CV (340 kW) y 700 Nm. La batería de iones de litio tiene una capacidad útil de 14,4 kWh. Se recarga con una potencia máxima de 7,4 kW: al menos 2 horas en el enchufe para recuperar el 100% de la autonomía eléctrica.
Exteriormente, lo que más llama la atención es la parrilla, íntegramente cromada. Suficiente para dotar a este Audi de un prestigio visual a la altura de sus 2 principales rivales, el BMW Serie 7 y el Mercedes Clase S. Pero el A8 muestra unas líneas más discretas. Lejos de la exuberancia de éstos, la presentación interior es clásica. Es cierto que las pantallas de alta definición han conquistado el tablero, hasta los controles de climatización. Y que las superficies táctiles están cubiertas de vidrio con retroalimentación háptica, lo que significa que se emite una ligera vibración cuando presionas un comando. Pero lo que realmente atrae es la progresión en la calidad de la presentación.
Plazas traseras
Naturalmente es en las plazas traseras donde su dueño pasará la mayor parte del tiempo. La vida de un CEO requiere estar constantemente disponible, ya sea por teléfono o correo electrónico. Lástima que, para recargar el primero, el único cargador por inducción disponible esté en el frontal. Claro está, el confort a bordo es digno de un salón. La suspensión neumática viene de serie y no sentimos casi ninguna deformación del asfalto. La suave marcha permite aprovechar al máximo el perfecto aislamiento acústico del habitáculo. Gracias al doble acristalamiento, el ruido exterior no llega a los oídos. Y para aislarnos aún más, nuestro A8 está equipado con lunas traseras tintadas y parasoles eléctricos.
Disfrutamos de un nivel de suavidad de conducción que rara vez logra un automóvil. Y con 4 ruedas motrices, sobre mojado, son una garantía. Y además 4 directrices: en maniobras de aparcamiento o en cuanto a estabilidad en grandes curvas, su efecto es impresionante. El consumo en modo híbrido roza sólo los 7 l/100 km, increíble para su tamaño, peso y potencia. Para los desplazamientos cortos, podremos incluso utilizar sólo el modo 100% eléctrico, operativo en unos 40 kilómetros. Placer 10 con etiqueta 0.