Porque un cabrio debe ser ante todo elegante, Audi no ha querido doblegarse a la moda de los techos rígidos retráctiles que penaliza el diseño de los maleteros y conserva sus capotas clásicas de excelente lona. El nuevo A3 Cabrio acentúa la pureza de sus líneas y le aproxima al estilo de un A5 cabrio (con 21 centímetros menos). La escalada hacia los altos de gama se confirma con sus arcos de protección ocultos que salen automáticamente en caso de accidente y por una capota de cierre-apertura electrohidráulica de serie que se puede accionar hasta 50 km/h y que emplea tan sólo 18 segundos en sus maniobras. Bajo el cubrecapota ahora rígido, la capota no roba nada más que 37 dm3 de volumen de maletero que pasa de 320 a 287 dm3.
En las plazas delanteras se puede viajar sin problema hasta 130 km/h. A partir de ahí se nota el aire: a quien le gusta el espíritu verdadero del descapotable esto no es problema. En las plazas traseras por encima de 80 km/h se notan muchos remolinos.
Lo mejor es viajar en pareja para aprovechar al máximo las buenas cualidades de este descapotable, comenzando por un acabado general de alto nivel. Hay 3 suspensiones de diferente dureza, la de serie y 2 opcionales que rebajan la altura del coche, como en el caso del modelo probado. Las llantas opcionales de 19 pulgadas y el chasis sport con suspensiones rebajadas, excelente para la estabilidad, no afectan la comodidad sobre buenos asfaltos pero sí y bastante cuando pisamos juntas de dilatación o alguna tapa de alcantarilla.
Carretera secundaria
Pero como nos da ganas de incrementar el ritmo, nos vamos a nuestro habitual tramo de carretera secundaria con curvas donde este A3 descapotable se muestra suficientemente rígido para trasmitir buenas sensaciones. Dirección eléctrica idealmente asistida, y suficientemente consistente para sentir la adherencia, tren delantero eficaz y posterior imperturbable gracias a la tracción quattro de esta versión probada, el 2.0 TDi de 184 CV con cambio de doble embrague S-Tronic.
Es un motor que empuja mucho a cualquier régimen (tiene un par de 400 Nm), que produce un elevado agrado de conducción y con prestaciones de verdadero deportivo: de 0 a 100 en 7,6 segundos y 237 km/h de velocidad punta. Tenemos 5 modos de conducción a elegir con modificaciones de la respuesta de acelerador o del cambio, con un panorama que va desde la máxima deportividad a la óptima eficiencia.
Este 2 litros de 184 CV acabado SLine de nuestra prueba es la elección perfecta a la hora de conciliar un descapotable con carácter GTI y unos consumos ajustados (sobre 7 litros a los 100 kilómetros en la prueba).
Santiago de Garnica