“Está siendo un año duro, a pesar de que hemos recuperado niveles de facturación previos a la pandemia. El precio del flete se ha incrementado mucho, y además tenemos problemas de falta de espacio en los barcos y de contenedores. El consumo está como antes de 2020, pero hay retrasos en la entrega de materiales y no llegamos a abastecer a tiempo a las empresas por la situación de los mercados internacionales”, explica Ignacio San Millán, director general de Asercomex Logistics, empresa transitaria burgalesa que ha redoblado esfuerzos para aportar nuevas soluciones a sus clientes y minimizar el impacto en la línea de flotación que la inflación, el conflicto bélico y la escasez de algunos materiales está teniendo en el día a día de las empresas.
Buena prueba de ello es que los ejecutivos de la compañía burgalesa viajaron hasta Barcelona para entablar conversaciones con Hutchinson, la primera empresa china en terminales marítimas de contenedores, y poder establecer una línea ferroviaria regular -en la actualidad 3 días a la semana- entre la ciudad Condal y Burgos que permita transportar contenedores transoceánicos desde y hacia la capital de Arlanzón. También están en conversaciones para poder realizar estas operaciones desde otros puertos.
Por otra parte, San Millán demanda a la Administración central un inspector del Área veterinaria de Sanidad Exterior. “Estamos perdiendo tráfico porque necesitamos esta figura y no la tenemos en la aduana de Burgos. Los cambios normativos implican que cada vez más sectores y productos exijan estos controles, como la alimentación de consumo humano, vinos y cervezas. No existe esta figura en Castilla y León, y entendemos que Burgos como Aduana Interior y Puerto Seco, debería contar con ella. Estamos perdiendo entre 30 y 40 contenedores al mes en importación y alrededor de 15 en exportación”, subraya el empresario.
Factores de incertidumbre
El director general de Asercomex asevera que la situación del transporte y la logística, tanto nacional como internacional, “no tiene precedentes”. Factores de incertidumbre, como la pandemia primero y el conflicto bélico después, han provocado una tormenta perfecta que ha desencadenado como efectos la interrupción de procesos de fabricación y cadenas logísticas.
“Eso implica que operadores como nosotros tengan que adaptarse con inmediatez a esa incertidumbre y continuidad para dar respuesta a los clientes. Es difícil augurar qué va a pasar, pero si hay algo absolutamente necesario es moderar la inflación. En nuestro sector es esencial contar con capacidad propia de transporte para abastecer a clientes y disponer de capacidad para interpretar todos los datos para poder reposicionarte ante esos cambios que se producen de un día para otro. Es esencial tener flexibilidad y actitud para adaptarse a este cambio, y las empresas burgalesas lo están haciendo, buscando nuevas soluciones y operadores que sepan darles respuesta. El orden de prioridades ha cambiado y Asercomex colabora con sus clientes como si de un partenariado se tratara”, sostiene San Millán.
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